SOMOS CONSCIENTES DE QUE
HAY UN ANIMAL EN NOSOTROS CUYO DESPERTAR ESTÁ EN RAZÓN DIRECTA AL LETARGO DE
NUESTRA NATURALEZA.
Critica: UPSTREAM COLOR de Shane Carruth. Estados Unidos, 2013.
Recordemos a Shane Carruth, ingeniero y experto en las matemáticas quien
un buen día motivado por su frustración laboral, decidió sacar del bolsillo el
dinero necesario para adentrarse en el campo cinematográfico. El resultado fue Primer (2004), brillante y críptica obra de ciencia ficción que empezaba a exponer los
signos de un realizador enigmático y sumamente complejo. Nueve años después Carruth
regresa con Upstream Color, una vigorizante experiencia cinematográfica de alto
nivel.
Carruth se une a esta nueva ola de directores
norteamericanos independientes como lo son Don Hertzfeldt, Mike Mills, Brit Marling, Zal
Batmanglij, Charlie Kaufman, Noah Baumbach y hasta la interdisciplinaria
Miranda July. Les Enfants Terribles del
cine estadounidenses cuyo objetivo primordial parece ser el demostrar
que se puede hacer cine de altísima calidad sin la necesidad de presupuestos extravagantes. Upstream
Color se define a sí misma como una experiencia cerebral (mayormente especulativa)
en donde el espectador –aunque no entienda en su mayoría lo que ve en pantalla–
queda profundamente atrapado –por la sinfonía visual que Carruth construye– y
deseoso de clarificar el enrevesado argumento que allí se maneja. Una vez más Carruth
nos la pone difícil, prescinde de las explicaciones y nos enfrenta de lleno a
su incomparable propuesta llena de matices. A Carruth se le debe agradecer tres
cosas: el haber creado un universo en el que desconocemos las normas, haber conseguido
captar toda nuestra atención al punto de no querer retirar la vista de la
pantalla, y haber logrado que queramos
darle significado a todo esta estructura de secuencias en donde pasado,
presente y futuro se funden entre sí mientras se escuchan diálogos fuera de sincronía.
Pero,
¿de qué va Upstream Color? He visto el largometraje en cuatro oportunidades y, evidentemente cada nuevo visionado esclarece las dudas anteriores. Upstream
Color nos habla sobre un nuevo sistema de dominio mental. Se trata de una
especie de gusano que habita en las raíces de una planta un tanto desconocida.
Este gusano al entrar en el cuerpo humano permite que terceros puedan contralar
y manipular la conducta de las víctimas. Jeff y Kriss son víctimas de este atípico modus
operandi. Después de que sus vidas quedan en ruinas establecen una relación
especial liderada por las secuelas del secuestro y las extrañas tareas que los
victimarios les ordenaban realizar. Así mismo, Carruth nos presenta un ladrón encaprichado
con Walden de Thoreau y el cultivo de unas misteriosas plantas cuyas raíces alberga
el extraño gusano; y un solitario personaje que graba constantemente sonidos del
exterior que usa para atraer las victimas y extraer los gusanos, y como si esto
no fuese lo suficientemente bizarro, luego los implanta en cerdos que cría en
su granja y cuyo comportamiento se asemeja demasiado al de las víctimas. Shane
Carruth nos habló en Primer sobre matemáticas y las corrientes en el
espacio-tiempo, en Upstream Color nos habla sobre ciencias naturales, la
condición humana, la manipulación, el dominio y control, la conexión cíclica entre
especies, personalidades compartidas, abstractos entre espacios y tiempos,
recuerdos y vacios, algo muy humano y admirable de ver.
Shane
Carruth dirige, escribe, produce, edita, se encarga de la fotografía y de la
banda sonora de esta película. Algo atípico y sorprendente porque el resultado en cada uno
de estos campos, es satisfactorio e impecable (sobre todo en el montaje). Como
en The Tree of Life de Terrence Malick, la película está contada de manera
elíptica, con un insistente enfoque móvil
y plano detalle de exteriores y espacios abiertos. Las escenas inconexas entre
ellas, mezcladas con la penetrante banda sonora y diálogos que en muchas veces
no corresponden a las escenas en donde son insertados, logran algo casi
milagroso, un clímax brutal que atrapa, desconcierta y seduce en todo el
metraje. Atención porque estamos ante uno de los montajes más sorprendentes que
ha parido el cine de esta nueva década. El resultado en la pantalla es
inevitablemente doble: perturbador y sorprendente: hipnótico y desesperante.
Una experiencia única. Vendría a ser, en forma, el punto de lo que siempre
querrá y nunca podrá lograr Christopher Nolan.
El estilismo de Carruth parece no poseer referencias
cinematográficas por el contrario su cine puede ser ya una influencia para
todos aquellos que habrán de sucederlo. Upstream Color, una recomendable experiencia
visual que conseguirá el cariño de aquellos masoquistas amantes de los desafíos.
Obra que cumple con creces las expectativas que su director levanto con Primer.
Cine independiente de altísimo alcance. Ojala Carruth no necesite nueva años
más para presentar una nueva película. Precisamos hoy en día realizadores como
él.
★★★★★
Titulo: Upstream
Color
Director: Shane Carruth
País: Estados Unidos
Año: 2013
Género: Drama
Guión: Shane Carruth
Fotografía: Shane Carruth
Música: Shane Carruth
Reparto: Amy
Seimetz, Shane
Carruth, Andrew
Sensenig, Thiago
Martins, Juli
Erickson, Ted
Ferguson, Frank
Mosley, Charles
Reynolds, Kerry
McCormick, Karen
Jagger, Jack
Watkins, Jeff
Fenter, Cody
Pottkotter
Trailer: Upstream Color
3 comentarios:
Pues desde el trailer se presentaba como una película a tomar mucho mucho en cuenta. Qué alegría saber que ha gustado, eso anima :-) Con unas ganas enormes de verla.
Un abrazo.
Philippe Grandieux...
Es increíblemente genial!!
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