Nuri Bilge Ceylan, retorna con otra
incuestionable lección de arte, Winter Sleep. Esta película de tres horas y
cuarto se centra en Aydin un ex-actor que se mudado a la Capadocia para
regentar un HOTEL llamado Othello y administrar varias posesiones que renta en
la zona. Educado, rico y cultival Aydin lleva una vida tranquila, con un estatus
cercano al de celebridad, dedicado a escribir columnas de opinión en un
periódico local y a TRABAJAR en el proyecto de un libro sobre el teatro turco.
A través de las largas conversaciones con su joven y bella esposa, con una
resentida hermana y con varios amigos y empleados vamos conociendo más en
profundidad a Aydin. Encontrarse con largos diálogos en el cine de Ceylan es
una rareza tremenda, películas como Los Climas, Tres Monos o Distante ratifican
el respeto de Ceylan por el silencio y el protagonismo de la imagen. En Winter
Sleep el resultado es fascinante, la obra reúne profundas reflexiones sobre la
oscuridad de la conducta humana y plantea interrogantes morales sobre la
dignidad, la dependencia, la fe, la culpa y la compasión. Como si Bergman
hubiese visitado la estepa de Anatolia. Pausada y asombrosa meditación sobre la
condición humana que ratifica a Ceylan como uno de los cineastas más
impresionantes de nuestro tiempo. Todo lo que veo y escucho en ella me parece
admirable.
(8.5/10)
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