Director: Anne Sewitsky
País: Noruega
Género: Comedia
Guión: Ragnhild Tronvoll
Fotografía: Anna Myking
Música: Stein Berge Svendsen
Reparto: Agnes Kittelsen, Henrik Rafaelsen, Maibritt Saerens, Joachim
Rafaelsen
Sinopsis: Kaja es una ama de casa optimista y tolerante, a pesar de su
soledad y del hecho de que su marido no tiene relaciones sexuales con ella. Entonces
aparecen nuevos vecinos, Elisabeth y Sigve, que parecen componer el matrimonio
perfecto. Kaja queda fascinada por su sofisticación. Son guapos, tienen un hijo
adoptivo negro, y en su tiempo libre, cantan en un coro.
La agridulce sonrisa de Kaja
Sobre la búsqueda de la felicidad se han dicho muchas cosas. Todas ellas
apoyando la idea de concebirla internamente o como un asunto meramente personal.
Es quizás por ello que resultan torpemente solventes todos estos artículos,
sentencias o libros de autoayuda. Únicamente suelen complicarse las cosas
cuando intentamos que nuestro entorno acepte e interactué con nuestra felicidad.
Para ejemplificar lo que expongo basta con recordar Happy-Go-Lucky (2008) y su
sabia enseñanza sobre la búsqueda de la felicidad y la reconciliación de ésta,
con el mundo trágico que nos rodea. Sykt Lykkelig o Happy Happy, se mueve quizás bajo la misma estela
que identificaba el filme de Leigh, una trama reiterativa sobe la banalidad con
que es visto aquel estado de complacencia que todo ser humano desea alcanzar.
El filme, que aborda de manera pintoresca las relaciones personales tanto de una sociedad como en la institución del matrimonio, nos cuenta y revela, la oscuridad que se esconde tras una sonrisa de perfección o un estado de absoluta felicidad por lo que se tiene. Kaja, está casada con un hombre frio y vacilante, su matrimonio roza lo monótono y aburrido, su hijo la ignora por completo, tal malestar es reprimido por esta mujer que felizmente acepta las cualidades de su hogar y con orgullo da gracias por lo obtenido. Pero, tal optimismo es quebrado tras la repentina llegada de unos nuevos vecinos que pondrán en tela de juicio la supuesta estabilidad de la vida de Kaja, su matrimonio y su forzosa felicidad.
El filme, que aborda de manera pintoresca las relaciones personales tanto de una sociedad como en la institución del matrimonio, nos cuenta y revela, la oscuridad que se esconde tras una sonrisa de perfección o un estado de absoluta felicidad por lo que se tiene. Kaja, está casada con un hombre frio y vacilante, su matrimonio roza lo monótono y aburrido, su hijo la ignora por completo, tal malestar es reprimido por esta mujer que felizmente acepta las cualidades de su hogar y con orgullo da gracias por lo obtenido. Pero, tal optimismo es quebrado tras la repentina llegada de unos nuevos vecinos que pondrán en tela de juicio la supuesta estabilidad de la vida de Kaja, su matrimonio y su forzosa felicidad.
Anne Sewitsky, entrega aquí su opera prima, y el resultado es más que
agradable y degustable. Happy, Happy,
en medio de su simpática inventiva argumental, consigue sorprender gracias a
sus hilarantes e impredecibles giros narrativos, arrojando la propuesta a
terrenos de sentidos indescifrables, que consiguen amistar al espectador en
medio de su gracia y radiante inestabilidad estructural. Lo realmente notable,
es que lo que en otro filme resultaría fulminante, aquí resulta encantador y
necesario. Mientras más imprevisible se convierte el argumento, la propuesta va
adquiriendo una espontanea sensación de encantamiento, que lamentablemente, y
por extraños deseos de ordenamiento, desfallece con la categorización hacia la disposición,
hacia la resolución que ordena que predispone e indica como realmente deben ser
las cosas. Es decir, Happy Happy
fracasa en último instante cuando en su resolución, esa locura espontanea que
avivaba durante todo el argumento, se sofoca y muere con su moribundo desenlace,
que aunque resulte aceptable y verídico, decepciona por sus ecos de realidad y
sinceridad hacia el mundo real. Hay una sensación de vacío cuando se ve Happy Happy, principalmente porque su atípico
argumento y su método, pronostican un desquiciante final (siempre atendiendo
las estrictas semblanzas del humor inteligente) que jamás veremos por razones
ya expuestas. El singular reparto
consigue solventar algunas carencias argumentales. Agnes Kittelsen, espléndidamente,
encabeza y lidera la lista de estos actores que brillan con delicadeza como la incandescencia
de la nieve. Mención aparte para los niños actores y los personajes infantiles
que ejemplifican la vieja e instruida metáfora sobre el apadrinamiento étnico y
su oscuro pasado.
Pese a sus problemas argumentales, Happy
Happy resulta encantadora por varios propósitos, y uno de ellos es por su
interesante montaje que ofrece pequeños números musicales muy sugestivos al
mero estilo del góspel de los años 40 (figurando la época decembrina). Happy
Happy posiblemente te alegre la tarde, es una película imaginativa, llamativa y
en cierta medida, impredecible y delirante. Una comedia agria muy singular.
Nota: 6.5/10
2 comentarios:
Enhorabuena por tu magnífico blog.
Traes películas distintas, sobresalientes y las haces una radiografía perfecta.
Esta en concreto me parece muy interesante. La buscaré.
Un saludo, seguiré por aquí
A mi ya me provova verla.
Post a Comment