Critica 2012

País: Estados Unidos

Director: Roland Emmerich

Guión: Roland Emmerich, Harald Kloser

Reparto: John Cusack, Chiwetel Ejiofor, Amanda Peet, Oliver Platt, Thandie Newton…

Critica

Nota: 4/10

“We Were Warned”

Un buen acabado técnico y efectos especiales resaltantes, son fáciles de lograr, solo se necesita dinero y el mejor apoyo tecnológico. Pero conseguir que a todo esto, se le sume una buena historia (argumento), con un “verdadero” mensaje de transfondo, es caso aparte; lamentablemente “2012” carece de este ultimo componente, y se convierte automáticamente, es un mero pretexto para exhibir efectos especiales que aunque proyecten escenas catastróficas y apocalípticas, no dejan de ser virtuales e irreales. Roland Emmerich, ese peculiar director alemán, que intenta a cabo suelto destruir el mundo entero, en casi todas sus producciones, regresa en vísperas de navidad este 2009, tras habernos advertido de un aparente y catastrófico cambio climático en aquella singular tontería llamada “The Day After Tomorrow”, también recordemos, sacudió Nueva York, con su pesado amiguito “Godzilla” (Made in Japón), consiguió que Will Smith se enfrentara a los extraterrestres un 4 de julio en “Independence Day”, entre otros proyectos de la misma índole destructiva. Pues bien, el director regresa con un nuevo mensaje de los suyos: “en el 2012, se acabara el mundo”, tal disparate viene respaldado por las predicciones de la cultura Maya.

Obviando tendencias religiosas o científicas, resulta verdaderamente distintiva la actitud del público, quien comienza a preocuparse por algo que no debería. Y de esto se aprovecha el señor Emmerich para atraer espectadores. A 3 años de la supuesta catástrofe, el publico ve en “2012” una supuesta “representación” de lo “puede que suceda” en el año fijado por la cultura maya. El morbo, y la curiosidad nos llevan a las salas de cine, a visionar esta errónea e insuficiente producción. Por todo ello, nadie puede negar, que estas clases de películas no resultan entretenidas o llevaderas, o en el peor de los casos, para un público no tan exigente, películas como “2012” llegan a encantar significativamente.

“2012”, se sustenta de los efectos especiales para camuflar sus insuficiencia argumental y su carencia de originalidad. La película, es débil argumentalmente, primero y principal, porque Emmerich no expone de manera más profunda o detallada, el planteamiento de la profecía del calendario Maya, segundo porque mantiene un ritmo soportado solo por el exceso de secuencias de acción que empalagan y consiguen que el espectador “solo vea y no escuche”, tercero, porque posee diálogos simplones y huecos que no abren la brecha que propone la idea de la película, y cuarto por retratar personajes tan típicos, fáciles y ridículos que consiguen de nuestra parte un par de carcajadas, mención especial (sarcasmo), para el grandioso presidente de los Estados Unidos, quien curiosamente es negro (Danny Gloover), Emmerich en su idea de excluirse de directores y tendencias xenofóbicas, se hunde en su propio cometido, al retratarlo como un presidente suicida y débil. La película también carece de originalidad, principalmente por ser una amalgama de clichés cinematográficos del cine de catástrofes, con una trama absolutamente predecible que compone el extenuante metraje, con un final sumamente irónico e inaceptable, es imposible que el espectador se crea un final “feliz”, luego de que la mayoría de la raza humana ha sido destruida.

Entre las pocas virtudes de “2012”, encontramos, que por lo dicho al comienzo de la reseña, la película resulta llevadera y en un principio entretenida. Es de esas películas que no dejan huella, y que solo sirven para distraernos un aburrido domingo. Técnicamente es relativamente solvente, un ingenioso trabajo de creación de efectos especiales, pero la técnica del sonido (edición y mezcla) se encuentra desaprovechada.

“2012” finalmente es una película representante del cine palomitero, y de la chusca pirotecnia que nos tiene acostumbrado Hollywood. Un vil divertimiento hueco, una notable imbecilidad. Lo Mejor: Entretiene ligeramente mientras no se le examine a profundidad. Lo Peor: su excesivo metraje.