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Friday, February 03, 2012

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Critica THE GIRL WITH THE DRAGON TATTOO

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Titulo: The Girl with the Dragon Tattoo
Director: David Fincher
País: Estados Unidos
Género: Thriller.
Guión: Steven Zaillian
Fotografía: Jeff Cronenweth
Música: Trent Reznor, Atticus Ross
Sinopsis Esperando poder distanciarse de la acusación de difamación que pesa sobre él, el periodista Mikael Blomkvist se traslada a una isla remota en el norte de Suecia donde la muerte aún no resuelta de una joven atormenta a su tío cuarenta años después. Alojado en una cabaña de la isla donde el asesino puede estar aún rondando, la investigación de Blomkvist le lleva a dibujar los secretos y mentiras de esta poderosa y rica familia junto a una rara aliada, la tatuada y hacker punki, Lisbeth Salander.

El público que se acerca al visionado del remake de Fincher sin conocer la obra de Larsson ni la película de Arden Oplev, se encontrara con un thriller que engancha gracias a su belleza estética y algunos trucos del montaje. Otro sector del púbico —seguramente mucho más reducido— que conoce los cimientos que dan forma a este remake, se encontrara de igual manera, con una obra cinematográfica que representa en parte la prosa de Larsson y mejora potencialmente la película de Arden Oplev. Pero, en ambos casos, The Girl with the Dragon Tattoo resulta una paradójica irresolución por parte de Fincher —aunque claramente ha hecho la película esperada— con los mismos azarosos y penosos desaciertos que nacieron en el bestseller, y que se descollaron con precipitación en la producción sueca.

Se llama David Fincher, y es el realizador más irascible hoy en día. Cuenta en su filmografía con formidables maravillas como lo son Se7en (1995), The Game (1997), Fight Club (1999) y Zodiac (2007). Su sello, produjo una marca indeleble entre las más meritorias y solventes del cine norteamericano, ratificándolo como uno de los mejores realizadores de su país. Pero, aunque su estilo cinematográfico ha adquirido cierta perfección a lo largo de los años,  David Fincher se ha convertido en un director muy dócil y obediente a la industria —pese a que siempre proyecta la imagen del rebelde presuntuoso— por concebir últimamente producciones que sólo representan el vestigio frío del cine contemporáneo, pervirtiendo la vieja facultad de Fincher, que fomentaba un cine sombrío, radical e inteligente, en donde el fondo prevalecía ante la forma. Hoy en día, este neo-estilismo en Finche,r puede fascinar a muchos curiosos, pero también repeler a viejos admiradores. 



C.S.I: Fincherland.

Tras las pasadas The Curious Case of Benjamin Button (2008) y The Social Network (2010); Fincher emprende una nueva aventura, adaptando la primera obra de la trilogía de novelas policiacas Millennium, escrita por Karl Stig-Erland Larsson, titulada Los hombres que no amaban a las mujeres, pero llevada al cine como The Girl with the Dragon Tattoo. La trama gira en torno a la extenuante investigación que emprende el periodista Mikael Blomkvist y la perturbada y asocial Lisbeth Salander, por concebir la verdad sobre la muerte aun no resuelta de una joven proveniente de las familias más poderosas y emblemáticas de Suecia. Alojado en una cabaña de la isla donde el asesino puede estar aún rondando, la investigación de Blomkvist le lleva a dibujar los secretos y mentiras de esta poderosa y rica familia. La adaptación del libreto corre a cargo de Steven Zaillian (Moneyball, Schindler’s List, American Gangster, Gangs of New York…) quien en esta oportunidad, lamentablemente, no logra resolver con valentía, los punzantes errores de la obra en que se basa. Y es que es imposible no ratificar y expresar mi desconcierto por el bestseller de Arden Oplev, aquel thriller que encierra únicamente un tedioso proceso de investigación con personajes vitaminados de por medio. Sin ningún clímax hipnótico o atrapante, sin ningún momento de gran auge narrativo. Algo muy cercano a la soberana y burda tontería que concibe Dan Brown. Adaptar cinematográficamente una obra literaria, es también transformar la idea en que se basa, embellecer la propuesta y ocultar estratégicamente sus faltas. Cómo lo hiciera P.T Anderson con la novela de Upton Sinclair (por citar algún ejemplo). Pues bien, Fincher parte de este libreto fallido —y él lo sabe muy bien— e inteligentemente lo camufla con su filtro habitual: El impecable manejo a nivel técnico, el estratégico montaje y la poderosa etiqueta con su sello de rebeldía y egolatría. Por alguna razón Fincher nos arroja una introducción a lo “Inmigrant Song” de Led Zeppellin adaptada por Trent Reznor y Atticus Ross, gritándonos que lo que veremos es completamente mane in Fincherland. Pero, pese a que Fincher hace su mejor esfuerzo, The Girl with the Dragon Tattoo resulta indiscutiblemente un thriller fallido, sin intriga ni suspense. Una película meramente entretenida que en vez de hipnotizar —cómo lo hacen otras del género— logra únicamente solazar y atrapar al espectador con este deslumbre técnico y estos personajes repulidos estereotípicamente.

The Girl with the Dragon Tattoo como un thriller cinematográfico, es imperfecto. Porqué no conquista argumentalmente la atención del espectador. Al contrario, arroja vacilaciones tras su introducción y su desenlace, en donde no puntualiza algo tan clave como lo es la razón de la polémica mediática del periodista Mikael Blomkvist tras la difamación en el caso Wennerström; y concibe con agotamiento y debilidad la resolución de esta misma subtrama, en donde Salander emprende la misión de apropiarse del dinero sucio del entramado Wennerström. Además, las diferentes tramas no logran un equilibrio adecuado que permita una resolución absorbente y atractiva de toda la propuesta. La película posee un ritmo irregular que vaga entre la investigación genealógica del crimen, y la descripción de estos vacilantes personajes.  El de Lisbeth Salander (interpretado por Rooney Mara) es realmente cuestionable. Si bien en el libro es el más atrayente y seductor por su complejidad y sagacidad, en la película de Fincher, Salander se percibe sólo como una chica atormentada en donde lo complejo solo se ve en su vestimenta. Rooney Mara impacta únicamente por su transformación física, pero carece de verdaderos diálogos brillantes que potencien y haga más creíble su metamorfosis. Pero a Fincher le importa poco la reconstrucción de estos personajes, únicamente quiere impresionar desde su forma, y es por esto que grotescamente sobreexplota las escenas sexuales.


Este extenso videoclip con cameos publicitarios de Apple y la misma Nine Inch Nails, cuenta —como ya lo he dicho anteriormente— con un despliegue técnico exquisito. Desde la brillante, artificiosa y seductora fotografía de Cronenweth, el estratégico método de montaje y la impecable dirección artística. Trent Reznor y Atticus Ross nuevamente unen fuerza junto a Fincher para crear la música del film. Pero esta vez el resultado obtenido no es tan brillante como en The Social Network. De los 39 tracks de la partitura, únicamente 5 son recalcables, el resto es mero relleno, aunque en pantalla logra un efecto positivo pero no perdurable. El elenco es del todo gratificante, sobre todo porque resulta aceptable pese a su escaso detalle a la hora de construir los personajes. Daniel Craig a lo James Bond resulta paradójicamente convincente como Mikael Blomkvist y Rooney Mara visualmente luce fascinante, pero no cuenta a su haber con líneas que argumenten su personaje. Su silencio incomoda. Tras el maquillaje y los piercings se siguen divisando aquella tímida y tierna actriz llamada Rooney Mara. La actriz sueca Noomi Rapace resulta mucho más convincente en este caso.

Finalmente, The Girl with the Dragon Tattoo me termina decepcionante como lo ha hecho su director en los últimos años. Es una película que pudo ser brillante, pero que comete el error de volver a relamer los mismos errores de la obra literaria y de creer que sale a flote por poseer el estilismo de su realizador. Un thriller parcialmente entretenido, que carece de emoción y suspense. Una propuesta que jamás atrapa ni hipnotiza, que únicamente debe ser vista para apreciar el dominio estético del director. Una desilusión.

Nota: 6.0/10

11 comentarios:

Arion said...

Hola, me gusta mucho tu blog, se nota que eres un buen cinéfilo. Ya he leído varios de tus posts y de hecho coincidimos en varias películas. Justo ahora estoy comentando en mi blog la película J’ai tué ma mere.

Saludos.

www.artbyarion.blogspot.com

Anonymous said...

Quizás tu desilusión se deba a que sería mejor ver las películas sin tanta "esperanza" o "ilusión".

Me desencuentro con tu critica en casos de películas basadas en libros: La piel que habito (Tarántula) y The girl with...(Los hombres que odiaban a las mujeres), y es porque considero que los parámetros analíticos para una y otra obra (narrativa y cinematografía)deben ser distintos.

Pese a lo anterior, sigo siendo tu mas fiel seguidora. Leer tu blog siempre es una grata experiencia.

PD: La crítica a esta pelicula es bastante demoledora, pero en sí no es mala.
PD2: La critica a La piel que habito (se acaba de estrenas en Chile)me sigue doliendo, merecía mejor puntaje.

Saludos!

Unknown said...

No sé si se valga, o se suponga, que por un lado es excepcional tu trabajo

lo de la paradójica irresolución y el asunto de relamer los errores de una obra literaria parecen, efectivamente, inequidades

como lo es, estamos de acuerdo, lo de la protagonista (en el sentido literario y cinematográfico, unidos si se puede en Rapace)

pero, incluso, la historia queda más allá: no en la resolución tecnicamente aceptable de un producto para la pantalla grande hollywoodiana; o nada mas

saludos

Unknown said...

No sé si se valga, o se suponga, que por un lado es excepcional tu trabajo; y por el otro, creo que pese a todo es parcial. me explico: quiere justificar el buen encuadre y el sonido pasable. no se trata de eso, creo.

lo de la paradójica irresolución y el asunto de relamer los errores de una obra literaria parecen, efectivamente, inequidades

como lo es, estamos de acuerdo, lo de la protagonista (en el sentido literario y cinematográfico, unidos si se puede en Rapace)

pero, incluso, la historia, no podría nada más quedarse en lo cinematográfico sino en lo mediático. y ahí nos quedamos cortísimos, los dos: por un lado, el capitalismo sueco como verdad irrefutable, y la negación absoluta, desde Hollywood de todo lo que no viene de ahi.

mi misma certeza que tengo de que los cisnes negros rusos no existieron para glorificar una actuación mediana, si las hay, más que nada efectista de una actriz tan rutinaria como una chica bond

Mario Salazar said...

Todavía no la veo pero es la próxima en mi lista, no sé pero no tenía ganas de verla hace un tiempo atrás, he leído el primer libro de Larsson y a diferencia de mucha crítica seria me gustó, no soy de best sellers ya que he tenido siempre decepciones pero creo que éste cumple con un entretenimiento de calidad; esperaba lo mismo, algo penoso y muy comercial pero me resultó decente e ingeniosos sin que sea una obra de arte. Hice una pequeña reseña de ello. Del filme siento como tú que Salander es más que una punk/hacker/tomboy, lleva emociones, una vida que la ha hecho distinta, un persona deforme que se niega a confiar en el resto, no son grandes descubrimientos pero me parece que hay alma en su creación que me hace temer que Fincher recurra a lo fácil, como has explicado: la imagen. A Craig no lo veo como el personaje pero vengo leyendo que lo logra y eso me crea curiosidad. Confió en Fincher, me parece inteligente con capacidad de simplificar lo complicado pero sin perder profundidad. Incluso veré la sueca, solo la primera que quiero seguir con los libros. Excelente crítica. Un abrazo.

Mario Salazar said...

Todavía no la veo pero es la próxima en mi lista, no sé pero no tenía ganas de verla hace un tiempo atrás, he leído el primer libro de Larsson y a diferencia de mucha crítica seria me gustó, no soy de best sellers ya que he tenido siempre decepciones pero creo que éste cumple con un entretenimiento de calidad; esperaba lo mismo, algo penoso y muy comercial pero me resultó decente e ingeniosos sin que sea una obra de arte. Hice una pequeña reseña de ello. Del filme siento como tú que Salander es más que una punk/hacker/tomboy, lleva emociones, una vida que la ha hecho distinta, un persona deforme que se niega a confiar en el resto, no son grandes descubrimientos pero me parece que hay alma en su creación que me hace temer que Fincher recurra a lo fácil, como has explicado: la imagen. A Craig no lo veo como el personaje pero vengo leyendo que lo logra y eso me crea curiosidad. Confio en Fincher, me parece inteligente con capacidad de simplificar lo complicado pero sin perder profundidad. Incluso veré la sueca, solo la primera que quiero seguir con los libros. Excelente crítica. Un abrazo.

Mario Salazar said...

Todavía no la veo pero es la próxima en mi lista, no sé pero no tenía ganas de verla hace un tiempo atrás, he leído el primer libro de Larsson y a diferencia de mucha crítica seria me gustó, no soy de best sellers ya que he tenido siempre decepciones pero creo que éste cumple con un entretenimiento de calidad; esperaba lo mismo, algo penoso y muy comercial pero me resultó decente e ingeniosos sin que sea una obra de arte. Hice una pequeña reseña de ello. Del filme siento como tú que Salander es más que una punk/hacker/tomboy, lleva emociones, una vida que la ha hecho distinta, un persona deforme que se niega a confiar en el resto, no son grandes descubrimientos pero me parece que hay alma en su creación que me hace temer que Fincher recurra a lo fácil, como has explicado: la imagen. A Craig no lo veo como el personaje pero vengo leyendo que lo logra y eso me crea curiosidad. Confió en Fincher, me parece inteligente con capacidad de simplificar lo complicado pero sin perder profundidad. Incluso veré la sueca, solo la primera que quiero seguir con los libros. Excelente crítica. Un abrazo.

Manderly said...

A mi tampoco me ha gustado demasiado. Era volver a ver lo que ya había visto hace pcos años en la versión sueca y por eso me ha aburrido un poco.
Creo que el argumento resulta en esta más confuso. Sino hubiera leído el libro no me hubiera enterado de nada.
Me quedo con la versión sueca.
Saludos.

iRe - Nuevas Peliculas said...

Yo le daría un poco más, tal vez porque no leí el libro ni vi la película anterior, dirigida por otro cineasta. Me pareció un poco "fuerte", eso sí, algunas de las escenas.. pero desde el primer momento me enganchó lo suficiente como para no despegar mis ojos de la pantalla durante las más de 2 horas de película.

Mi valoración: 7,5/10

Saludos :)

moda hip hop said...

Me gusta...

Gorras Planas said...

Muy Interesante..