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Saturday, December 10, 2011

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Critica WE NEED TO TALK ABOUT KEVIN

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Titulo: We need to talk about Kevin
Director: Lynne Ramsay
País: Reino Unido.
Género: Drama
Guión: Lynne Ramsay
Fotografía: Seamus McGarvey
Música: Jonny Greenwood
Sinopsis: Tenemos que hablar de Kevin' es una obra de referencia de la literatura anglosajona de la última década, editada en España por Anagrama. El debut de Lionel Shriver narra la historia de Eva, una mujer satisfecha consigo misma. Es autora y editora de guías de viaje para gente tan urbana y feliz como ella. Casada desde hace años con Franklin, un fotógrafo e iluminador que trabaja en publicidad, decide, ya cerca de los cuarenta años y tras muchas dudas, tener un hijo. El producto de tan indecisa decisión será Kevin. Sin embargo, casi desde el comienzo, nada se parece a los inefables mitos familiares de la clase media urbana y feliz. Para empezar, Eva siente que Franklin se ha apoderado de su maternidad y la está convirtiendo a ella en el mero contenedor del hijo por nacer, privándola de placeres tan apreciados por Eva como el sexo, la gimnasia o el vino.

We need to talk about Kevin tenía todos los ingredientes para ser una película turbadora gracias a su argumento desafiante y novedoso. Pero Lynne Ramsay extermina cualquier posibilidad de éxito, gracias al torpe impulso que la llevo a destrozar la obra literaria de Lionel Shriver, con la única razón, de presumir sus habilidades tras las cámaras.
Bowling for Columbine (2002) explicaba desde la histriónica perspectiva de Michael Moore, la relación que existe entre la violencia y su relación con el porte de armas de fuego gracias a su libre comercio. Elephant (2003) conseguía un portentoso análisis sobre las catástrofes que origina el aislamiento y los oscuros propósitos que se esconde tras la calma y la rutina. Klass (2007) iba un poco más allá, y planteaba una reflexión sobre la violencia y sus orígenes en la adolescencia debido a la deplorable carga emocional que la sociedad adjudica a los jóvenes. Citando estos títulos, pareciera que estuviésemos hablando de un nuevo género cinematográfico, el de la violencia en las aulas de clases y el bullying. Y es que la realidad y sus hechos trágicos provocan que incluso en el cine se viole la ficción y se realice esta clase de películas que sirven como cuidadosos ejercicios de reflexión e indagación, y envían un llamado de alerta sobre las repercusiones del problema. We need to talk about Kevin,  penetra en la categoría antes citada, ya que data de un suceso trágico de ésta misma índole, pero navega en la novedad, al intentar explicar lo que vive —y vivirá— una madre al darse cuenta que gestó un verdadero monstruo en su casa.



Kevin y Eva
We need to talk about Kevin,  realiza saltos temporales en su argumento para narrar la forma en que Eva (Tilda Swinton) cría a su hijo Kevin (Ezra Miller) observando como en éste va germinando la semilla de la maldad —justificada como una maldad más hacia su madre que hacia la sociedad que lo determina— y la manera tan precaria e indigna en que Eva vive luego de que Kevin produjera una tragedia escolar imborrable. En la primera secuencia del filme, Ramsay ubica el éxtasis y la magnificencia casi psicodélica de nuestra protagonista en el famoso ritual de la tomatina buñolense. Allí se observa cómo el rojo penetrante cubre casi todo el cuerpo de Eva. Color que más adelante definirá el filme y el destino de nuestra anti-heroína. Desde las enormes cantidades de sangre derramadas producto de la puerilidad insondable de su hijo, cómo de la pintura roja que el pueblo se encarga de echar constantemente sobre la casa y el automóvil de Eva a manera de recordatorio, venganza  e intimidación.

Pareciera que la película lo tuviera todo para ser una obra con un gran sentido de la reflexión social sobre los proyectos humanos que motivan y luego castigan la violencia—así como lo es la intachable obra literaria en la que se basa—, pero Lynne Ramsay que va de lista, se aferra a trasfigurar el argumento y la narrativa, originando la carencia del fondo y el incremento de la forma. Es decir, Ramsay omite la linealidad narrativa que le pudiese permitir profundizar más en el argumento y se empecina injustificadamente en demostrar que es capaz de crear enfoques perfectos, secuencias visuales sorprendentes y un estilo visual sofisticado. Esta insulsa adulteración del argumento que obtiene un brillo más artificioso en la dirección, consigue únicamente quitarle realismo a la propuesta. Es decir,  la torpe peripecia de Ramsay termina por fulminar su proyecto. Concebido sobre la estela del realismo, finalmente We need to talk about Kevin se asfixia en la carencia de autenticidad y sobre todo, de propiedad. Tal es el caso, que si no fuese por las incuestionables y brillantes actuaciones, no nos creeríamos en lo absoluto lo que nos cuesta el argumento. Incluso, resulta inverosímil y falto de credibilidad, la historia de este chico con poderosos instintos de maldad sin justificación. Falta escarbar hondamente en su personaje y construir un verdadero perfil psicológico que lo identifique, y que vaya más allá del histrionismo actoral —y facial— de Ezra Miller. Falta situar al personaje de Eva más allá de la locura y la depresión otorgándole el dote de la justificación, y como no, de la duda. Falta hacerle honor al libro y menos a la torpe visión de  Ramsay.

Tan irregular es We need to talk about Kevin, que incluso su montaje jamás llega a funcionar. Partiendo de este vaivén que finalmente no termina en ningún lado y que únicamente se percibe como un extenso elogio al vacio, acompañado con la espantosa selección musical Ramsay y la disconforme partitura de Jonny Greenwood —aquel genial artista que intenta otorgarle dramaticidad y personalidad a un proyecto fallido ya irreparable.

We need to talk about Kevin, es elogiable únicamente por su excelente reparto actoral. Comenzando con la estupenda actuación de nuestra anti-heroína Tilda Swinton. Si bien no ejecuta aquí su mejor trabajo hasta la fecha, el resulta es más que remarcable y plausible. Ezra Miller como el villano adolescente saca provecho de sus rasgos faciales y su trabajada gesticulación, para agregarle algo de credibilidad a su personaje. Su trabajo es igualmente sorprendente, aunque diría que al parecer el joven actor se está estancando en el mismo tipo de roles excéntricos y anormales —véase Robert en Afterschool.

Lynne Ramsay duro muchos años sin dirigir, para finalmente rodar esta película. El resultado no me convenció y me pregunto si tal vez hubiese necesitado un par de años más para aclarar sus propósitos y realizar una verdadera joya cinematográfica. Alguien debería decirle a la directora que el buen cine no se construye únicamente con novedosos movimientos y enfoques de cámara, ni con complejas secuencias y un uso cargante de personalidad y estilismo en la dirección. Sino que también hace falta exprimir hasta sus últimas consecuencias un argumento por novedoso, y polémico que resulte. Elogiar el tratamiento narrativo y profundizar hondamente en lo que se plantea, todo con sumo orden y puntualización.

We need to talk about Kevin digan lo que digan es decepcionante  por jamás escarbar, ni proponer, ni cuestionar nada —pese a que se diga que existen metáforas visuales en cada fotograma. Es falsa ya que posee en su presentación una máscara que augura complejidad e intelectualidad cuando realmente jamás logra nada. Y finalmente es vacía, porqué únicamente sirve para ofrecernos un montón de imágenes importunas y situaciones artificiosas de una enorme dramaticidad injustificable —argumentalmente— que atenta con la veracidad del excelente trabajo actoral de sus protagonistas. Disfrutable únicamente si se le ve sin expectativas y con nulo sentido de la sorpresa y el raciocinio. Película fallida.

Nota: 5.5/10

8 comentarios:

Paula Lago said...

José qué sorpresa! no sé porqué había interpretado por algún que otro comentario en el face que te había encantado! jaja bueno, creo que la voy dejando para más tarde entonces. Otros también habían dicho que era un film correcto y nada más.

Giancarlo Verástegui said...

Wow! Sinceramente no me lo esperaba, para mí es una película fantástica, quede bastante turbado después de la visión, lo explicaré mejor en la reseña que pienso dedicarle, quizás esta semana.

En estos días he podido visionar algunas(tantas) películas entre ellas "Martha Marcy May Marlene" y comparto en parte tu crítica, solo a mi me gusto un pelín más que a tí.

Por último, tengo a disposición (finalmente)"The Turín Horse", estoy esperando el momento adeucado para poder visionarla. Ya te contaré.

Un abbraccio e tanti saluti José!!!

Mario Salazar said...

Le has dado sin contemplación y es que si uno lee una obra de su agrado y luego pasa al cine se hace complicado salir contento, la exigencia siempre es mayor en la buena literatura y eso no quita que la imagen tenga tanta fuerza emotiva para salir airosa a veces. La cinta me parece interesante y me provoca verla, espero no me defraude, es más la descubro casi aquí, pero tomo en cuenta tu descontento. Abrazos.

Daniel Bermeo said...

Pues es interesante conocer tu apreciacion de una pelicula que pensé seria de tu agrado, y además de todo lo que se ha oido, es un tema preciso para sacarle mucho "jugo". Al menos parece que las actuaciones han logrado cautivar. Ya te comentaré cuando la vea.
Saludos!

Emilio Luna said...

We need to talk with Jose Barriga about Kevin....primero perdona mi tardanza en pasarme he estado liado y la campaña de premios me agota un poquito.

Me apetece esta película y por un momento pensé que esta sería de las tuya. También lo hice con Martha Marcy...y coincido contigo plenamente tras verla la semana pasada.

Desde su estreno en Cannes ya se hablaba de que el filme era 90 por ciento Swinton. Por lo que no es tanta sorpresa que sea un filme menor.

Esta semana publicaré Attenberg, una película que te interesó, creo. Ya te aviso.

Un abrazo Jose.

Rodrigo Moral said...

Hace unos cuantos días leí que la habías visto, y que habías publicado la crítica, y no quise leerla ni por asomo. Quería verla lo antes posible, porque me advirtieron que no debía saber nada. La vi, prácticamente, sin saber de qué se trataba. Y tras terminarla, recordé que la única crítica publicada (que yo había visto, al menos) era la tuya. Y acá estoy.

Me pasan cosas raras con esta película. Probablemente me haya gustado más que a nadie, porque me dejó alucinado. Te juro que hacía tiempo que no me pasaba algo así. Pero éso no significa que no esté de acuerdo con algunas cuestiones que exponés acá. Soy consciente de que el estilo narrativo implementado (no leí el libro, ni idea de cómo es ahí) y el trabajo artístico pueden llegar a enojar bastante :P
Lo sé, porque a mí me enojan muchísimo los saltos narrativos, los montajes raros, y he visto 150000 películas de las que escribí la crítica, y las reventé poniendo peso en esa cuestión.

Ahora sí, curiosamente (incluso a mí me sorprende) no me molestó. Al contrario, y acá discrepo, creo que sirvió para intensificar el drama, para jugar con la originalidad de la trama, para hacer más jugosa la "sorpresa".

Después, también estoy de acuerdo en que no ahonda en casi nada. Pero me parece interesante que sugiera cosas, generalmente en lo psicológico: es (acá se me enoja el pueblo entero) una mezcla de LA CINTA BLANCA con EN UN MUNDO MEJOR, para nombrar casos recientes (también puedo agregar las que vi dentro de las que mencionás), pero sin la narración lineal de la primera y sin tanto discursito de la segunda.

A mí me cautivó.

¿De los actores?
Creo que no necesito decir una palabra. Probablemente Swinton no haga el mejor papel de su carrera, pero por el momento quizá sea el mejor del año.
Algo así como la película.

Excelente crítica, aunque no coincidamos tanto.

Un abrazo!

Marco said...

Hola, es la primera vez que comento algo en tu muy buen blog.
Concuerdo totalmente con tu crítica, aunque yo no soy tan duro, a mi la dirección técnica me pareció remarcable. Lo que arruina toda la película a mi juicio; es la mala adepción del guión, como ya lo dices no ahondaron mas en el perfíl de los personajes, aun con las buenas actuaciones de los interprestes, hay momentos que no entiendes la graaaan maldad de kevin o no enfatizan en la fustración de Eva y ni se diga de Franklin un mero expectador en la película.

Un saludo.

KariChan15 said...

Intento fallido de Ramsay, tenía las expectativas elevadas al ser la nueva entrega de la directora. Es que me dejó cautivada con su "Ratcatcher". Lastimosamente no suple todas las necesidades. Pero yo con mi adoración a la estética y al arte en cine, la encuentro muy acertada, todo bien pensado, armado y cuidado . También entro a valorar el reparto con sus debidas actuaciones, los puntos rescatables de esta película.