Critica: GOODBYE SOLO

Nota: 9

El primer encuentro que tuve con el cine de Mr. Bahrani, fue exactamente hace tres años, con su opera prima “Man Push Cart” o “Un Café en cualquier esquina”. Una cinta independiente que despertó el gusto de la crítica y posteriormente del público en general. La cinta en un principio me sorprendió en su ejecución, pero no dejaba de ser un filme más sobre el Neorrealismo Americano. Pasado el tiempo, el director fue perfeccionando su técnica con la producción estrenada en el 2007 “Chop Shop”, calificada por la critica como un verdadero “milagro cinematográfico”, en realidad fue una grata sorpresa este filme. Pero aun quedaban asperezas por resolver, que impedía que aceptara con bastante resolución el noble trabajo del director. Todas mis dudas y todos los cabos sueltos del pasado, fueron resueltos y posteriormente olvidados con su última película “Goodbye Solo”, Ganadora en el Festival de Venecia con el Premio de la Crítica, que retrata el poder de la solidaridad humana, lo grande del sentimiento y la motivación por los sueños y cuan enérgica y vigorosa llega a ser la proyección del espíritu humano. El filme cuenta la historia de Solo (personificado por el actor africano Souleymane Sy Savane) un taxista senegalés, que desea convertirse en auxiliar de vuelo, su idea trata de frustrarse con la oposición de su mujer embarazada. Por otro lado tenemos a William (Red West) un anciano que trata de buscar una solución a sus problemas del pasado y su evidente soledad. El primer fotograma (arranque) del filme, nos muestra a William en el taxi de “Solo”, proponiéndole un trato: por 1000 dólares, “Solo” debe buscar el día 20 a “William”, llevarlo a una apartada montaña llamada Blowing Rock, dejarlo allí y volver sin el. Tras la introducción se encarna la definición de personajes, dos seres divididos por sus personalidades, sus sueños y sus formas de ver la vida. “Solo” con un particular aire de benevolencia, rebosa bondad y sencillez, así como gracia y perspicacia, que le inyecta momentos de humor socarrón a la narrativa, produciendo que el visionado del filme sea mas que placentero. Es evidente que “Solo”, gracias a su naturaleza, intenta ayudar a “William”, entrometiéndose en su vida, con el fin de acercarse a él, y frustrar su plan de viaje sin retorno. Un contraste de personajes perfecto. Ramin Bahrani dirige y escribe su obra más potente hasta la fecha, con suma elegancia, exquisita sencillez y mucha inteligencia. Su labor despierta admiración por el lado en que se le mire, un calificativo que se adecua a su condición es el de: Maestro del cine independiente contemporáneo. Tras un guión que no flaquea en ningún momento, y que te mantiene atrapado durante todo el metraje con su poder intimista de la conexión en este “Match” impresionante, encontramos una calidad estética significativa. Tanto la fotografía como el sonido y la edición, despiertan singular atención. Las actuaciones de los dos coprotagonistas son sencillamente admirables (no comprendo como no han sido reconocidos en las premiaciones), el actor Souleymane Sy Savane se devora la pantalla y se plasma en el recuerdo del espectador. Pero como estamos ante una película que no debe ser evaluada técnicamente sino argumentalmente, Goodbye Solo es un triunfo imperdible, un mágico viaje que habla sobre los sueños rotos, secretos del pasado, sobre la supervivencia, la degradación emocional de la vejez, el choque cultural en países del primer mundo, heridas del alma y riendas sin resolver. Una fortuita mirada de aquellos seres humanos que diariamente vemos pero no observamos, seres sencillos que sufren en silencio, seres como tu o como yo. Imperdible. Lo Mejor: El viaje Final. Lo Peor: Absolutamente nada.