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La joven directora italiana Alice Rorhwacher se
estrenó en la competición de Cannes con Le meraviglie (The Wonders), una cinta que
representa al sector femenino cuya participación ha quedado (no sin una
comprensible polémica inaugurada por Jane Campion, la presidenta del
jurado) marcada por su ausencia. La película, escrita por la propia realizadora,
y protagonizada porMónica
Bellucci, ha
tenido una recepción dividida por parte de la crítica. En líneas generales, se
subraya su fuerte estética, de claras influencias impresionistas. En el lado
negativo, se remarca su carácter convencional que supone un paso atrás en la
filmografía de Rorhwacher que dejó muy buenas sensaciones en 2011 con Corpo Celeste —que
se presentó en la Quincena de los Realizadores en ese mismo año—.
Rorhwacher, habló de su película ante la prensa:
Es una película bastante personal, que presenta un entorno con el que estoy familiarizada. Describe una familia como la que todos conocemos. No se trata de una historia autobiográfica, aunque mi padre también es apicultor. Las abejas forman parte de la película porque me apetecía trabajar en casa. Es una fábula un tanto cruda y realista. Puede decirse que es la historia de un rey y su reina. Buscamos acercarnos a la realidad para que el espectador tuviera su espacio y disfrutara de una realidad que cada vez es más escasa en esta época. Creo que tengo una gran variedad de influencias cinematográficas y no cinematográficas, porque también me inspiran la literatura y otras formas de expresión…¡como la vida misma!.
Aquí las primeras impresiones:
Alice Rohrwacher, la directora de Corpo Celeste vuelve a Cannes con una historia sobre una familia dedicada a la apicultura, un desarrollo dulce y peculiar, pero que no causará mayores zumbidos. Es una luminosa y divertida pieza que se sitúa en el norte de la campiña italiana: hay encanto, en su mayoría sentimental y poco exigente, pero sin el poder emocional real que muchos estaban esperando de Rohrbacher. Quizá, el problema es que la trama depende del cliché de ganar un concurso de televisión.-Peter Bradshaw, The Guardian
El segundo largometraje de Alice Rorhwacher tiene recompensas a largo plazo, pero no es lo suficientemente sólida como para justificar su lugar en la competencia de Cannes. El humor de The Wonders es similar al de su película debut en Cannes, Corpo Celeste: secuencias impresionistas que captan el espíritu de una muchacha adolescente y un sentimiento de gente que no se encuentra en sintonía con el mundo. La historia está inspirada en su niñez. Un modesto lanzamiento en Europa y un paso por pequeños festivales hubiesen sido los escenarios idóneos para está película.-Jay Weissberg, Variety
The Wonders es el retrato lírico y cálido de una familia peculiar que vive un momento precario en la Italia rural. Es la segunda película de Alice Rohrwacher (Corpo Celeste), una historia personal e íntima basada en su propia infancia, que celebra la maravillosa excentricidad de las familias - la misma medida para brindar amor y la misma para la destructivo, la felicidad y la desesperación, todo al mismo tiempo. Rohrwacher filma con equilibrio, con un estilo documental y cine granulado filmado en16mm granulada, que se concentra en la luz natural. Hay también una intimidad cotidiana relajada. El elenco se destaca por brinda actuaciones aparentemente sin esfuerzo. Rohrwacher nos adentra en este mundo extraño con la facilidad de alguien que sabe exactamente lo que está hablando.-Dave Calhoun, Time Out
El segundo largometraje de Alice Rohrwacher sigue de cerca a una familia de apicultores que lucha por preservar la agricultura tradicional. Le Meraviglie (The Wonders) es una melancólica canción, pero que no te lleva a las lágrimas, es un recuento de la desaparición de un estilo de vida rural tradicional en Italia. Es también la historia de una chica campirana sin experiencia que quiere extender los horizontes limitados de su familia como apicultores de miel. La directora de fotografía, la francesa Helene Louvart, audazmente opta por una visión realista que no oculta la fealdad de la vida campesina en toda su pobreza, el cielo nublado y el barro. Es la única película italiana que compite en Cannes, una bastante atípica, aunque la audiencia quizá la juzgue como una historia endeble con emociones escasas.-Deborah Young, The Hollywood Reporter
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