Director: Asghar Farhadi
País: Irán
Género: Drama
Guión: Asghar Farhadi
Fotografía: Mahmoud Kalari
Música: Sattar Oraki
Reparto: Sareh Bayat, Sarina Farhadi, Leila Hatami, Kimia Hosseini, Shahab Hosseini, Babak Karimi,Peyman Moaadi, Ali-Asghar Shahbazi, Shirin Yazdanbakhsh
Sinopsis: Simin y Nader, un
matrimonio con una hija, deciden abandonar Irán en busca de una vida mejor. Sin
embargo, en el último momento él se echa atrás debido a que a su padre le han
diagnosticado Alzheimer y no quiere abandonarlo. Ella pide entonces el divorcio
y, al no serle concedido, se muda a vivir con sus padres. Él, que se queda con
la niña, decide contratar a una mujer que le ayude a cuidar a su padre. Pero un
día, al llegar a casa, encuentra al anciano atado a su cama; a partir de ese
momento, tanto su vida como la de la niña darán un vuelco.
Trailer: Nader and Simin, a separation
Partiendo de una
mirada tan moralista como idealizada de la familia oriental, el iraní Asghar Farhadi, nos sumerge en los tiempos modernos y de
cambio de un apartamento acomodado habitado por una familia que se comienza a
fragmentar. Nader y Simin, una separación, nos ubica como espectador, en un tranvía con destino a deshilvanar los
secretos más oscuros que componen la sociedad iraní, y que pese a sus señaladas
diferencias culturales, se asemejan innegablemente a la nuestra y a cualquier
tipo de sociedad habitante en el planeta. Una familia y un posible divorcio, es
el punto de partida para que Farhadi siga buceando la
trama sociológica —como lo hiciera en «A
propósito de Elly»— y nos cuente con milagrosa cercanía, las vicisitudes que
desencarnan los comportamientos más profundos y escondidos del ser humano,
aquellos en donde la vista y la luz de la apariencia no se atreven a mirar.
El origen de la tragedia.
Farhadi nos cuenta en su película, como la vida de una u otra manera nos pone ante situaciones de incertidumbre y momentos en que debemos doblegar por lo justicia —versión eidética que por razones culturales y éticas el hombre considera como justicia— o por el egoísmo —circunstancias en donde podamos salir airosos sin importar la tragedia del otro. Pero como el hombre miente, y su instinto es la supervivencia, siempre éste optara por la corrupción de su moral y entonces cualquier tipo de inocencia será corrompida por la mentira, los señores —padres, reyes— de la casa perderán poderío y la estructura familiar se irá destruyendo desde adentro silenciosa y lentamente, como una especia de enfermedad terminal.
Lo magnético, y lo
que me seduce de Nader y Simin, una separación, es que su
mirada es tan profunda, que escarba todo espacio relevante. La cámara de Farhadi a inicios del metraje, se pierde, se desvanece y
entonces la ficción cobra vida. Estamos ante una obra que exuda por todos sus
poros, realismo; y aunque Farhadi es un
moralista, y su óptica recalca muchas vertientes religiosas y dogmaticas, la
película va más allá y retrata —cómo muy pocos lo han logrado— el nacimiento de
una tragedia, el quiebre sustancial y emocional de un ser puro —las hijas— que
comienza a descubrir la verdadera naturaleza del mundo que lo rodea, que
comienza a preguntarse si ha valido la pena vivir bajo las enseñanzas y la idolatría
de los padres que se presentaban como seres elevados e inmaculados, y que ahora
se muestran sin antifaces, que guerrean por salir ilesos y que son capaces de
corromper a los suyos por un ideal. Farhadi nos habla de esa separación, de esa
ruptura o divorcio, entre la pureza de la aparente estabilidad moralina y la
verdadera naturaleza humana egoísta y clasista que choca en verdades, en opiniones y en
ideales. Este choque genera un impacto tan doloroso, que estigmatiza cualquier
sensibilidad, como aquella ruptura en el vidrio del filme, que acompaña —como
recordatorio— la vista de esta familia en extinción, durante todo el camino. Luego
de visionar una obra tan compleja, agobiante y realista como ésta, es
comprensible que el espectador experimente un bajón considerable, ya que la
película te retrata lo que tú realmente eres y llegaras a hacer, la película expone
las interrogantes pero tú juzgaras y contestaras. Es por esto que hay que agradecerle a Farhadi
que rompa con la tendencia que tiene lamentablemente infantilizado al
espectador.
Farhadi dirige con un
pulso solido e hipnótico. Su trabajo tras las cámaras y como guionista es
memorable. Su guion es uno de los más consistentes, valientes y nutritivos de
los últimos años, que adquiere aun más credibilidad gracias a la extraordinaria
convicción de su elenco actoral —me resulta arrollador el personaje de la hija
de Nader y Simin. La película dura más de dos horas, y jamás decae su tensión.
Eso es algo que no muchos suelen lograr hoy en día, por ello hay que aplaudir a
Farhadi, porque representa aquella olvidada semblanza que dice que hoy en día
solo en los países en crisis, se hace el verdadero cine.
Nader y Simin, una separación, es
un viaje intenso y agudo, que reclama y necesita un desenlace duro, soberbio y
sin falsedades, como el que expone la película. No hay nada infantil en Nader y Simin, una separación, al
contrario, el infanticidio es lo que propugna el filme, la mordacidad de la
madurez y el realismo del crecimiento. Admirable filme que se establece desde
ya, como una de las mejores películas del 2011.
Nota: 9.0/10
3 comentarios:
Ésta es otra película que deseo ver teniendo altas expectativas para con ella, la iraní ganadora de la Berlinale 2011 se presenta como tremendo draMA en una sociedad conflictiva, que como te leo dices que mantiene semejanzas con las de occidente, pero de todas formas espero ver esa tiranía teológica que minimiza a la mujer si cabe en el filme, y ver la dificultad de separarse en esa cultura, es lo que he leído y me genera curiosidad, que ambos padres jueguen sucio por su lado es otra buena intriga que me plantea tu escrito. Un abrazo.
Mario.
Una de las películas que más me ha gustado este año. Una más que grata sorpresa. Merecido triunfo en Berlín. Un abrazo Jose.
Emilio Luna.
increible pelicula. a pesar que leer subtitulos normalmente es tedioso, este film no te deja desde el primer minuto hasta que termina de aparecer el ultimo credito.
verdaderamente una joya cinematografica.
Post a Comment