Más coral y más profunda, aunque igualmente benévola con la institución que retrata, es Polisse, de la realizadora francesa Maïwenn que introduce su cámara con vocación casi documental en la Unidad de Protección de Menores de la Policía. "Me atraía la pasión de muchos policías por el trabajo que desempeñan y, en este caso, además mezclado con historias sobre infancia y paternidad que no reciben tanta atención por parte de los medios", ha dicho la directora, quien armó un enorme revuelo en Francia al tener con 16 años una hija con el director Luc Besson. Con una fórmula muy parecida a la que dio la victoria a La clase hace tres años pero con más trampas que aquella, Polisse crea no solo un catálogo de problemáticas sobre abusos sexuales a menores, sino los límites y las impotencias de un oficio al servicio de la sociedad que debe normalizar la tragedia en su día a día.
(20minutos): “Polisse pasará seguramente más desapercibida que Habemus Papam, aunque solo sea por el revuelo que esta puede ocasionar y la polémica gratuita que le generará la Iglesia cuando llegue su estreno (en Italia ya ha sucedido), pero ha dejado a nivel general bastante buen sabor de boca. (…)El retrato de Maïwenn es interesante y sabe ilustrar de forma bastante sobria un mundo demasiado turbio. La pega es que el plano general de este grupo puede ser muy acertado pero se queda simplemente en eso, sin lograr que la acción avance demasiado. Una tónica que se repite a lo largo de más de dos horas, cuando se podría haber explicado lo mismo en noventa minutos.”
(Gregorio Belinchón: Diario El País): “Polisse, de Maïwenn LeBesco, aquella chica que con 16 años se casó con Luc Besson -luego este la dejó por Jovovich- y que sigue actuando y además dirige. Baste decir que intenta navegar entre Ley 627, de Bertrand Tavernier, (porque va de una brigada policial especializada en su caso en delitos a menores) y La clase, de Laurent Cantet (por su naturalismo y porque describe un año escolar). Intenta, que no lo logra.”
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