Titulo: Sebbe
Director: Babak Najafi
País: Suecia.
Genero: Drama. Adolescencia.
Guión: Babak Najafi
Fotografía: Simon Pramsten
Música:
Reparto: Sebastian Hiort af Ornäs, Kenny Wahlbrink, Eva Melander, Adrian Ringman, Emil Kadeby
Sinopsis: Sebbe tiene quince años y, gracias a sus habilidades técnicas, le gusta inventar objetos para desconectarse del mundo. Vive con su madre en las afueras de la ciudad en un departamento demasiado pequeño, por lo que, inevitablemente, se producen fricciones entre ambos, sobretodo por la relación conflictiva que tiene con ésta. El joven apenas tiene un vago recuerdo de su padre, pero su madre Eva lo recuerda con absoluta nitidez, ya que Sebbe es idéntico a él y se lo trae a la memoria una y otra vez. La vida del adolescente no es fácil: su madre trabaja por las noches y al regresar a casa se encuentra cansada y malhumorada, y en el colegio es víctima del maltrato de sus compañeros.
Trailer: Sebbe
LAS TURBACIONES DE SEBBE.
La nueva era de éste cine al que erróneamente llamamos «contemporáneo», nos ha regalado una serie de películas atractivas y sumamente recalcables. Hablo evidentemente del cine que retrata con sensatez, la difícil vida de personajes que navegan a la deriva entre sus miedos y sus ansias por resistir ante los ambientes más inhóspitos y desoladores. Ken Loach, Jean-Pierre y Luc Dardenne, y hasta la misma Andrea Arnold, se pueden considerar «embajadores y emisores» de esta clase de cine que rosa los propósitos sociales, humanísticos y existenciales. Suecia, se presenta cinematográficamente como un país que posee un cine con conciencia, intención y proyección. Desde «Fucking Amal» de Lukas Moodysson (1998), el país desdibuja su antigua tendencia para plasmar una nueva mirada hacia estas historias que bordan el intimismo de sus personajes de manera exhaustiva. Es la clase de cine social —imperante también en todo el cine europeo— que compromete a la audiencia, y muestra la dura realidad de esta minoría que parece ser pisoteada y disminuida con recelo a la clandestinidad y el anonimato. «Sebbe», la opera prima de Babak Najafi, se mueve justo bajo ésta misma estela y bajo un leitmotiv que parece repetirse con singularidad por esos parejas en donde el cine si es realmente personal y comprometido. Como un cruce entre «Los 400 golpes», «Fish Tank», «Elephant» y «Sweet Sixteen», podría ser catalogada «Sebbe» por un espectador ajeno al encanto de este subgénero. Pero lo cierto, es que la película proyecta su esencia argumental con gran distanciamiento a las antes mencionadas.
«Sebbe» es vendida al publico como una película sobre un chico retraído que es maltratado por sus compañeros, cuando realmente es muchísimo más que eso. «Sebbe» habla realmente sobre un chico que busca incesantemente la centralidad de su «yo» interno, que lucha constantemente por conciliar el orden en su vida, y en si, por tener una vida digna. Sebbe (el chico) vive con su madre en un pequeño apartamento; una mujer que aún no ha podido superar la muerte del padre de Sebbe y que vive el día a día recordándole y sufriendo por su ausencia. Mientras Sebbe deja de lado —y en el silencio— sus problemas en el instituto, con la finalidad de lograr una conexión más fuerte con su madre, ésta sólo lleva a cuestas la inmensa depresión por la deserción de una vida que pudo tal vez ser y nunca fue junto al gran amor de su vida.
El retrato de esta relación que sitúa al hijo desplomándose internamente mientras demanda una gota de cariño de la madre que jamás pidió traer un ser a este mundo, y que ahora pese a no poder con su propia existencia debe sacar adelante al chico introvertido, me resulta extremadamente deliciosa, dolorosa pero deliciosa. «Sebbe» además trastoca la semblanza que existe entre cualquier sociedad —aquí en forma de suburbio— y el nacimiento del criminal reinante en ésta. ¿Hasta que punto es responsable la propia sociedad de la «oscuridad» en sus ovejas negras? es una de las cuestiones que plantea la película, ya que Sebbe canaliza toda su desesperación y dolor de manera radical, y atenta contra las demás vidas que lo rodean.
La película intuye un argumento realmente fuerte, presentado en una introducción un tanto prolongada que puede vislumbrar un ritmo blando. Pero una vez que el ritmo alcanza la cúspide argumental, jamás decae; y justo cuando se siente que todo esta dicho y que el desenlace cala de predecible, la cinta da un giro argumental preciso y notorio, arrojándonos hacia un final bestial, extremadamente doloroso y no apto para mentes sensibles. Es cierto que algunos puntos del argumento quedan sin resolver, pero es también cierto que con un desenlace tan abierto como éste, es imposible apelar contra la subjetividad del realizador y demandar un desenlace más cerrado, es decir, autocomplaciente, conseguido y simple. «Sebbe» parece una predica intimista en pro de estos personajes con los que nos podemos identificar ampliamente. Es un drama oscuro y muy punzante. Una historia lacrimosa desoladora y extremadamente triste, que habla sin artificios sobre la vida en los suburbios, y sobre la lucha que todos algún día tendremos que afrontar por encontrar nuestro lugar en el mundo. Como las numerosas bombillas que inundan de luz artificial en la habitación de Sebbe, las estrellas disfrazadas que brillan como recordatorio de la razón del nuevo día, y que en algún momento dejaran de funcionar. La película también viene a representar la antítesis de esos dramas ilusorios y quiméricos «de superación» que en vez de retratar la virtud y voluntad de sus personajes, consiguen burdos tratamientos que nutren la pusilanimidad de los mediocres.
Bajo la intachable dirección de Babak Najafi, «Sebbe» consigue —también— satisfacer visualmente gracias a los estupendos encuadres y secuencias de un debutante que posee el estilismo de un veterano tras las cámaras. Delicioso tratamiento visual para ésta historia que posee un ritmo inquietante en donde las secuencias y las escenas proyectan el mayor provecho argumental. También seria imperdonable no hablar de la inmensa calidad actoral que se observa en la cinta. El elenco protagonista —para mí desconocido— da el todo por el todo por cautivar y derrochar autenticidad y veracidad. No es posible encontrar un reproche o una negativa a esta pareja talentosa de actores que representan brutalmente a un hijo desesperado y una madre con serios problemas existenciales.
«Sebbe» es una película reflexiva y enriquecedora de importante visionado. Un drama en todo el sentido de la palabra que bien podría representar la transformación de la gran tragedia griega en el cine. Una película que cala en lo más hondo del corazón y la razón del espectador, que cuenta las duras turbaciones internas y externas de un joven que madurará a los golpes y las injusticias, y que finalmente conseguirá un significado a su vida pese a las acciones que deba tomar. Una historia brutalmente triste que se gano todo mi afecto y mis aplausos. Estas historias de supervivencias seducen absolutamente mi retina; defiendo a rabiar esta clase de cine que eleva sus intenciones a la grandilocuencia y se alejan de todo propósito artificioso; por tanto «SEBBE» ES UNA ODA A LA LIBERACIÓN DE LA VICTORIA SOBRE SÍ MISMO, A LA AFIRMACIÓN GOZOSA DE LA PROPIA VOLUNTAD. UNA PELÍCULA MAGISTRAL Y DEVASTADORA.
Nota: 8/10
5 comentarios:
"La película intuye un argumento realmente fuerte" Asi es Sebbe, excelente film.
Grandes momentos para el cine nórdico. Tanto en producción independiente cómo guiños comerciales. La ambientación es su mejor baza.
Aunque la trilogía de Larsson poco tenga que ver con filmes de estas calidades supuso un amanecer artístico en Suecia. Numerosos autores llenan estanterias abre el país al mundo y salen numerosos filmes de gran calidad. Varios académicos americanos advirtieron que las cintas escandinavas vienen con gran fuerza. No sólo Suecia, Finlandia y Noruega han cogido carrerilla igualando a la siempre prolífica Dinamarca.
Un abrazo Jose.
La voy a buscar colega, aún con retrazo le aparezco acá.
Ayer la vi, dentro de lo que he visto lo comparo un poco con los mundos dramáticos de las películas del mexicano Alejandro González I; aunque más en concreto con los guiones y escritos de Guillermo Arriaga. En Sebbe esas semejanzas se suman el ambiente glacial, tanto por el invierno como por la frialdad entre sus personajes.
Sebbe es alguien contra el mundo, o más en concreto el mundo contra él. Parece que cuando más bueno se porta con los demás, éstos peor lo tratan. Hoy el niño de Truffaut ya no corre infinitamente por la playa hasta llegar a las olas. Más bien se pierden en las rectilíneas autopistas en un viaje a ride.
"cine que roSa los propósitos sociales"... roSSSSa???? Como la roSSSSa de los vientos???? mmmm.... Me gustó mucho la peli, de final abierto nada de nada, está más cerrado que el coño de la Barbie. Y de historias inconclusas, ninguna. Dogma sueco y ya.
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