Critica DAS WEISSE BAND - Eine deutsche Kindergeschichte / La Cinta Blanca (nominada al CEHÖ AWARDS como Mejor Película)

País: Austria

Director: Michael Haneke

Guión: Michael Haneke

Reparto: Susanne Lothar, Ulrich Tukur, Burghart Klaußner, Josef Bierbichler, Marisa Growaldt, Steffi Kühnert, Michael Schenk

Critica

Nota: 10/10

“El blanco como sabemos, es el color de la inocencia”

Michael Haneke ¿por donde empezar con un director como este? ¿Qué seria del pequeño grupo de espectadores apasionados sin el cine de Michael Haneke? o mejor aun ¿Qué seria del cine sin Michael Haneke? Estas son preguntas tan difíciles de contestar que se asemejan a las que plantea el director en sus películas. De mi parte, “conviene” solo plantearlas y el lector contestarlas.

Michael Haneke, nos trae este año otra fascinante composición cinematográfica “Das Weisse Band”, que se exhibe con la mejor carta de presentación: la Palma de Oro del Festival Internacional de Cannes. Pese a que el premio se le estaba resistiendo, por fin el director consiguió el galardón que tanto merecía.

Haneke, devoto a sus obsesiones, construye en “Das Weisse Band” una mirada cáustica e incisiva, sobre las raíces de la perversión y la maldad en la naturaleza humana. La película se desenvuelve en una pequeña aldea a inicios del siglo XX, en los años previos a la I Guerra Mundial. En este pequeño pueblo protestante, la tranquilidad se ve irrumpida tras inexplicables sucesos que empiezan a perturbar la vida de los aldeanos. El doctor del pueblo cae misteriosamente de su caballo, dos niños son secuestrados y brutalmente torturados, un granero es encendido… El profesor del pueblo investiga los hechos hasta dar con la impactante verdad, que abraza curiosamente los indicios del nazismo.

Pero no hay que equivocarse, Haneke no habla aquí solo, sobre el origen del nazismo, Haneke habla también, sobre la maldad infundada, en toda acción que aparentemente resulta “aceptable”, sobre cómo la figura de la niñez, es erróneamente una referencia de la pureza, un periodo desprovisto de maldad y por lo tanto un periodo fácil de corromper, sobre cómo todo símbolo social se pervierte, la manera como aquellos que instituyen la norma (autoridades ortodoxas, protestantismo religioso, etc.) se convierten en verdaderos verdugos de la barbarie, y sobre como todo ser fiel a su humanidad, y abalados por un supuesto respaldo de la ley de Dios, se convierten en profanadores de la brutalidad y el totalitarismo hablando en términos políticos. Por lo tanto Haneke realiza una película atemporal, que representa los orígenes de todos los movimientos religiosos, ideológicos y políticos que se han corrompido durante toda la historia de la humanidad.

Haneke, plantea en todas sus películas, realizar una representación estrictamente fiel, sobre la realidad. El pretende llevar el término “realismo” hasta donde ningún otro realizador lo ha llevado, por lo tanto sus películas carecen de artificios, giros argumentales engañosos, y finales complacientes. Haneke quiere que el espectador se levante de la butaca y presencie como un ente protagonistas los hechos que acontecen en el argumento, que juzguemos nosotros mismos y resolvamos las interrogantes que él nos plantea; tal tarea obviamente no esta dispuesta a concebirla todo tipo de espectador, ya que este no es un tipo de cine “fácil”. Muy bien lo ha dicho Haneke “La gran industria puede vivir sin mi y yo sin ellos”, su cine apunta a un publico selecto que demanda tramas y situaciones inteligentes, difíciles y abiertas al debate, su cine encabeza el llamado cine intelectual europeo.

La película –como es habitual en la filmografía de Haneke- carece de banda sonora (porque mientras caminamos o presenciamos un accidente en la realidad, no escuchamos que surja de la nada una pieza musical), como dije anteriormente, esta película, fiel a la propiedad del director, consta de un realismo impresionante.

Pero aun así “Das Weisse Band” es increíblemente artística. La fotografía de Christian Berger, en blanco y negro (en representación de este contexto histórico), es brutal. Jamas un blanco y negro me había excitado tanto, el trabajo de Berger es tan delicioso como impresionante de ver y recordar. La oscuridad y la luz (basada en la teoría del iluminismo) se contrastan de manera equilibrada; largos planos y escenas se inmortalizan en la memoria por la abundante información que Haneke nos proporcionan, y que hay que mirar con disciplina y cautela para poderlos apreciar -recordemos el enigmático final de “Cachë”. La película dotada de innumerables simbolismos, ejemplifican la razón y la idea que pretende trasmitir el realizador, el principal de ellos es la cinta blanca que los niños llevan en su brazo izquierdo, recordándoles la supuesta inocencia y pureza que representan. Los pájaros enjaulados representando al ser puro de la niñez en cautiverio, posteriormente uno de esos pájaros aparece muerto con una tijera insertada en el pico. La profunda mirada intimidante de los niños pidiendo perdón a su padre, mirada que guarda un sentimiento que irá creciendo y evolucionando, ya que estos niños serán los futuros dirigentes nazis en la primera guerra mundial.

Un guión intachable, explotado a la perfección por este gran maestro, cuyo medio no es solo manipular sino provocar y remover la conciencia del espectador -¿Quién cometió los hechos? ¿Acaso nosotros también somos responsables de tal brutalidad?- el espectador se ve reflejado en el profesor del pueblo, quien se inmiscuye e investiga en los rincones, para llegar al núcleo del problema y la maldad. Evidentemente tanto el profesor como el espectador son provocados y manipulados por la mano dura, fría y escéptica de Haneke. Los actores, liderados por niños, resulta el elenco más solvente y creíble del año, actuaciones verdaderamente magistrales de estos actores no reconocidos, rasgos, movimientos, dicciones que expresan con credibilidad el llanto, la sonrisa, la culpa y la alegría de la niñez.

Dudo de que esta película este gustando tanto realmente, creo que tal revuelco se debe a la palma de oro que la respalda -¿que Palma de Oro no resulta incuestionables en esta época? Me sorprende ver tal cantidad de premios que esta recibiendo ya que esta producción se encuentra en una categoría superior de cine, que no necesita menciones ni galardones; por ello, que nos olvidemos los fanáticos de Haneke, de ver al realizador con un Oscar en la mano, esto es completamente imposible, ya que esta no es una película “común”, esto no es un cine “común”, esto es Haneke.

“Das Weisse Band” es por todo esto una película inteligente, arriesgada y trascendental. No es lo mejor del realizador (tal mención aun le corresponde a “Cachë”) pero aun así se convierte en una película magistral, la mas notoria e importante producción del año. Una película que trasciende desde sus raíces argumentales hasta la estructura técnica que la define. Obra maestra absoluta. Un clásico instantaneo. BRAVO HANEKE.

Lo Mejor: las preguntas que explotan en el cerebro del espectador cuando se llega a los créditos finales. El mismo Haneke lo ha dicho: “el placer esta en decirle al espectador hasta donde es manipulable”. Además, el excelente equilibrio entre el guión/dirección de Haneke, y la composición artística en blanco y negro de Berger.

Lo Peor: Nada.