El Festival de Cannes ha recibido hoy a Jacques Audiard
con su nueva película, “Rust and bone”. Después de haber tocado techo con “Un
profeta” (magnífica cinta nominada al Oscar y ganadora del Gran Premio del
Jurado de Cannes hace tres años), vuelve con esta potente cinta sobre la
redención que está protagonizada por Marion Cotillard y Matthias Schoenaerts,
el actor de la valorada “Bullhead”. El listón no podía estar más alto y eso no
ha podido evitar que, a pesar de que ha gustado, la cinta ha acarreado también
una división de opiniones generalizadas entre los que alaban el oficio de
Audiard y la portentosa interpretación de Marion Cotillard, así como los que
señalan que el guión flojea y que al director se ha pasado de vueltas con un
exceso dramático demasiado forzado que desemboca en un final cuestionable y que
hace que la película sea demasiado dura fría y no alcance la dimensión y la
rotundidad de “Un profeta”. En lo que si que hay bastante unanimidad es en que
Cotillard es una gran candidata al premio a la mejor actriz.
Hay que recordar que “Rust and bone” se basa en la obra
homónima del canadiense Craig Davidson, una colección de relatos cortos que han
sido adaptados al cine por Thomas Bidegain, coguionista de la anterior cinta de
Audiard. Publicada en 2005, “Rust and bone” retrata un mundo salvaje de
luchadores, borrachos, adictos al sexo y al juego. La historia que da título al
libro se centra en un afligido boxeador que no consigue recuperar del todo su
mano después de una fractura, enfocando desde entonces su carrera a combates
que tienen más que ver con la supervivencia que con el deporte, y una cuidadora
marina que pierde las piernas por el ataque de una orca. Curioso que el
omnipresente Alexandre Desplat también se encargue de poner música a esta cinta
después de escuchar ayer su música también en “Moonrise kingdom”.
Próximamente extenderé las impresiones con la opinión de
algunos críticos especializados.
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