Copyrights @ Journal 2014 - Designed By Templateism - SEO Plugin by MyBloggerLab

Thursday, February 18, 2010

Critica FISH TANK

Share


País: Reino Unido
Genero: Drama. Adolescencia.
Director: Andrea Arnold
Guión: Andrea Arnold
Reparto: Katie Jarvis, Kierston Wareing, Michael Fassbender

Critica:
Nota: 9/10
Existen directores que parecen navegar por el mar de los estilos y los géneros, en busca de una resolución u optimización que los logren definir y representar, a juzgar muchos nombres reconocidos. Pero existen también realizadores, que con tan solo un largometraje (opera prima), imparten una personalidad fílmica incuestionable. La firma artística que expone ese primer proyecto, se asemeja a la de un realizador en su mejor momento. Esta clase de directores tienen muy claro lo que tratan de exponer con su cine; son directores altamente capacitados y dotados con expresiones y cualidades que cruzan la barrera del talento del novato, y establecen un temprano estilo propio, que será reconocido y glorificado en sus obras posteriores. Andrea Arnold distingue en esta última categoría, como una de las pocas féminas, que se entregan a este arte tras las cámaras, para impartir con su obra, una clase magistral de cinematografía de corte social que parece incrementarse con esta ultima entrega titulada Fish Tank.  

Andrea Arnold tenía 46 años cuando presento en el 2006 su primer largometraje que lleva por nombre Red Road, bajo el  epígrafe de Advance Party y el proyecto de Lars Von Trier, la vigorosa directora entregaba una poderosa cinta, tan intrigante como desoladora; que brillaba desde los pasillos oscuros de su interior, hasta el clímax absorbente y a menudo ahogante que experimentaba el espectador. El enfoque extradiegético que aportaba la estructura calculada de dosis de información, sostenía la tensión dramática con suma inteligencia, mientras Arnold revoloteaba su estilo con cada toma y cada enfoque visual, reconstruyendo planos que te dejaban con los pelos de punta.

El séptimo continente, Los 400 golpes, Amores Perros las grandes operas primas marcan y designan grandes creadores, y desde que se ve Red Road, el espectador sabe que esta presenciando algo notable, digno de analizar y admirar; y conoce con certeza que tras esa imponente experiencia, existe una creador en optimo desempeño que aportara e implantara su resolución, en sus futuras obras dentro en el campo cinematográfico.




El pasado 2009, la directora estrenaba su segundo largometraje, titulado Fish Tank, obra austera, imponente e imparcial en su tratamiento y denuedo argumental. Promocionada con el reconocimiento del Festival Internacional de Cannes y con dos trailers perfectos (existen pocos trailers que logran verdaderamente su función y pueden ser tildados de perfectos), la película se asemejaba al cortometraje Wasp, con el que la realizadora ganara el Oscar  en el 2005. Arnold deja a un lado la influencia de Von Trier, y retoma su proyecto inicial, para abordar temas y problemáticas de índole sociales y reconstruir una estructura narrativa un tanto difícil de digerir para un público no acostumbrado a este ecléctico tratamiento, pero que alcanza niveles de exploración y perspectivas que favorecen el nutritivo desenvolvimiento por el cual Andrea Arnold opta.

Fish Tank, es una oda urbana, que cuenta la historia de Mia, una adolescente que padece de un colapso existencial por el decante entorno en el que vive, una joven desencantada con la vida, que encuentra en su fuerte carácter, en su grado de inadaptabilidad, y en sus gritos y puños, un medio de desahogo y proclamación de su eterno repudio hacia un mundo que no comprende y que le resulta muy doloroso. Fish Tank es una inquisitiva radiografía del desamparo urbano, de la falsa mandria de la modernidad y su supuesta evolución.


La película de grandes dosis de corte existencia, humanístico y de trasfondo social, te mete a agrazos –suprimiendo el hedonismo- en la vida de esta joven, para involucrarte como ente casi protagonista en su viaje, sus días y su dolor. Por su anatomía y su forma, puede creerse que Fish Tank no es una película tan dura, pero no se necesitan escenas crudas y violentas para denotar impacto, no se necesita ver llorar a una joven para sentir su dolor, toda esta en la mirada de Katie Jarvis (Mia), en su comportamiento y en reconocer el porque de su sufrimiento. Fish Tank puede ser vista y entendida como un film radiográfico de la vida adolescente y sus tribulaciones, pero en realidad la película, cruza la barrera del tiempo y la edad, convirtiéndose en un drama existencial, que busca resultados al trazar en imágenes las interrogantes en cuestión: el porque del eterno aislamiento y separación entre los seres humanos, la fuerte incomunicabilidad que define la raza es este periodo, la razón clara y precisa para que exista la infelicidad, la innecesaria implantación de la dogma social y el constante deterioro de la humanidad por seguir estas reglas. 

Tras este tramo sociológico, se levanta una visión filosófica, con la llegada de un ente ambivalente (el visitante, Teorema de Pasolini) a esta destructurada y precoz familia. Un visitante que promete cambiar las cosas en la vida de Mia, y que por retratar esa figura de amabilidad, de vida, de luz y humanidad, termina por elevar la inestabilidad de la adolescente y por mostrar sus verdaderos propósitos, tan destructivos y egoístas como el propio ser humano. Fish Tank  es un travelín por el cine de Loach y de los Dardenne, una película de corte social ya tan de costumbre en el cine europeo. Un film que culmina donde el espectador debe comenzar a responder, a pensar, a analizar y a reencontrarse, un film altamente realista -alejados los devotos a finales fantasiosos y endulzados-, que opta por un desenlace exacto, justo y verídico. Tras haber perdido todo se haya la libertad.


Con cámara en mano, Andrea Arnold apunta su ojo ecléctico, a los sitios en donde la luz reposa, y en donde el dolor y el sufrimiento se esconden. Enfoques y planos que derrochan maestría (ver para creer) definidos por una fotografía lograda, fuertemente  luminosa y de colores vivos, tanto naturales como artificiales, se plasman en pantalla, con un adecuado diseño de edición, que documentaliza el día a día de esta alterada y herida adolescente personificada a la perfección (segunda vez que utilizo esta palabra en esta reseña) por una magnifica, inolvidable y extraterrenal Katie Jarvis. Por ser una desconocida uno se pregunta si Jarvis es Mia o Mia es Jarvis, su conexión en pantalla con Michael Fassbender es digna de ver y degustar.

Fish Tank, es una película sin pretensiones, concebida con luminosidad, y que jamás se percibe con desacato e ínfulas filosóficas. Un largometraje que desde mi perspectiva y análisis carece de fallas e insuficiencias. Una película bien hecha, y necesaria de ver. Una película que contando la guerra de una joven con el mundo, y repasando sus miedos, rencores, dolores y fracasos, encuentra la metáforas a la redención, la ingenuidad y la vida. Fish Tank es de las clases de películas que hacen que me enamore cada día más de este arte. CINE VITAL IMPERDIBLE.

Lo Mejor: Andrea Arnold en estado optimo.
Lo Peor: Nada

2 comentarios:

Dr. Quatermass said...

Me apunto la recomendación, desde luego que la voy a ver, tiene muy buena pinta, ya te explicaré.

Un saludo!

HALBERT said...

Muy buen comentario sobre este belly (y amargo) filme. Sólo faltó que le pusieras un 10!
A mí me encantó esta peli y lo único que me pareció algo (tal vez) desmedido, es la secuencia del rapto (sin entrar en detalles para no spoilear). Obviamente le pone tensión y nervio, y me encantó, pero es lo único que sentí que estaba como "fuera de tono".
Saludos!!