Critica THE LOVELY BONES / Desde mi cielo.

País: Nueva Zelanda

Genero: Fantástico/ Drama/ Intriga

Director: Peter Jackson

Guión: Peter Jackson, Fran Walsh, Philippa Boyens

Reparto: Saoirse Ronan, Mark Wahlberg, Rachel Weisz, Stanley Tucci, Susan Sarandon, Michael Imperioli, Amanda Michalka

Critica

Nota: 5/10

“Les deseo a todos una larga y feliz vida” son las ultimas palabras que Susie dice, mientras emprende el camino final hacia el eterno cielo. Momento y desenlace que curiosamente me recuerdan al último no-adiós de Lester Burnham, en “American Beauty”. Peter Jackson también ha hecho un largo viaje. Una travesía por numerosos géneros cinematográficos (el splatter o gore, el humor negro, el falso documental, el drama, la ciencia ficción, acción, fantasía y épica -medieval), que finalmente se combinan de manera desigual, en su ultima producción titulada “The Lovely Bones”, adaptación cinematográfica de la obra literaria de Alice Sebold.

Evidentemente “The Lovely Bones” es una producción fallida; y el problema radica desde el núcleo, es decir, desde la novela de Sebold; una obra literaria perteneciente al simple melodrama sentimental, a ratos vacía e inconclusa, que mezcla –al igual que la película- géneros que me resultan discordantemente antagónicos. Peter Jackson toma esta fabula mágica, y le da un tratamiento que la termina por hundir en sus excesos e incoherencias rítmicas, recalcando con suma vacuidad los momentos realísticos, y con suma destreza las interposición de elementos mágicos e irreales, que terminan por definir a un director que se desenvuelve mejor en terrenos épicos de la edad media.

“The Lovely Bones”, narra la historia de Susie Salmon, una niña de 14 años que es violada y asesinada, y que ve desde el cielo cómo la vida de su familia y amigos cambia tras el terrible suceso. Su misión, ayudar a encontrar a su homicida y terminar con el historial de brutalidad que esté ha ejercido durante su vida, tras la mascara de un hombre respetable y solitario de sociedad. Cuando uno ve los primeros minutos de metraje, uno se pregunta si tanta obviedad llevara a algo bueno. Nos presentan la familia feliz, con los hijos y padres felices, la típica adolescente enamorada y curiosa que termina bajo las garras de un detestable personaje. Pasado 20 minutos del metraje se revela la identidad del asesino, y entonces Susie llega al cielo y lo que parece ser un drama se convierte inequívocamente, en una fabula mágica, mientras Peter Jackson salta de alegría retratando “el cielo”, como si se tratara de un lienzo mágico perteneciente a un pintoresco artista, aderezado o mejor dicho empalagado con escenas y secuencias que producen en mi, cierto grado de desorientación con lo que estoy viendo. Luego, de lo fantástico y extranatural, retornamos nuevamente a la vida de la familia, destrozada por la perdida, el drama vuelve a relucir, hasta el momento en que comienza las investigaciones para atrapar al asesino, donde emerge el Thriller. Luego la película se convierte en una sucesión cíclica de repeticiones de lo antes mencionados hasta finiquitar con un final obsesivo y descaradamente cerrado, con el fin de no dejar ninguna brecha abierta y no dar paso a la duda.

Explorados de manera inconclusa todos estos géneros, el resultado obviamente no debe ser bueno; el drama no llega a conmover, lo fantástico termina por hostigar, el thriller se torna imperfecto e irreal –no me puedo creer la manera en que es descubierto el homicida, y todo ello termina por consagrar a la película mas esperada del año por muchos, en una película blanda, cargante, fácil, pretenciosa, irregular y cursi. Una buena idea que no pudo concebirse. Sumamente decepcionante.

Ante tal tesitura, que consiguió enervarme, reluce afortunadamente un potente y tajante, apartado técnico, que deslumbra por donde se le analice y que camufla en algunas situaciones los errores argumentales que posee el film. Lo mejor de todo, la fotografía (Andrew Lesnie), un conjunto de tonalidades contrastadas con destreza y detalle en cada fotograma, que juega rítmicamente retratando un universo vivo en colores y claro en significado. La edición, es mas que solvente, apelando a una sucesión de escenas bien estructuradas, que desorientan el sentido argumental, pero proporcionan una atmosfera a ratos terrorífica, a ratos interesantes. Como fan de Brian Eno, -que soy, ensalzo la composición musical de la película, temas atmosféricos -oriundos a su esencia- que aumentan la tensión planteada. La mezcla de sonido es realmente asombrosa, no son escenas de acción, pero el diseño y la edición de sonidos superpuestos, emulan una fuerte composición y un gran trabajo de la ingeniería del sonido. Peter Jackson es obsesivo con la utilización de efectos especiales, reconozco que eran necesario el manejo de cromas para emular el mundo fantástico en donde se albergaba el espíritu de Susie, pero Jackson atolondra todo el conjunto, con el exceso de efectos visuales que saturan la composición, e impiden que me crean lo que estoy viendo. Hasta Stanley Tucci es retocado con efectos visuales. Técnicamente, en la fotografía, el montaje y el sonido, es un film intachable y reconocible.

El plato de actores, no llega a emocionar y mucho menos a conmover. Saoirse Ronan, corre –en cámara lenta- girando y mirando el camino que deja atrás como si se tratara de una cuña publicitaria de “Gucci”, una actuación muy exacta pero nada impresionante, ahora mismo se me ocurren un par de nombres que habrían encarado mejor su personaje. El rostro y la esencia del eterno adolescente Mark Wahlberg, impiden que me crea su rol de padre afectado, y mucho menos el de esposo de una Rachel Weisz considerablemente desabrida. Lo peor del elenco, Susan Sarandon en los pies de una abuela estrambótica y ridícula -¿era necesario este personaje? ¿Era necesaria Sarandon en esta película?, una corta sobreactuación que gira en torno a la obviedad y la antinaturalidad. Stanley Tucci retrata con solvencia y calidad, un personaje inconcluso, mal construido y estructurado. Ello se nota en su desempeño por sacar adelante su actuación. Por como se retrata su personaje, creemos o intuimos un pasado incierto que lo llevo a convertir en el vil y frío homicida, la falta de información hacen que su resolución actoral no sea del todo aceptada o creíble.

“The Lovely Bones”, termina por concebirse como una película decepcionante e irregular; carente de lenguaje cinematográfico y sobre aderezada con la potente resolución técnica y los empeños y gestos manidos del director. Lo Mejor: La fotografía, el sonido y la edición. Lo Peor: Un guión que termina por destruir cualquier posibilidad de razonamiento argumental. Un plato de actores a mi parecer mal elegido.