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Sunday, May 31, 2009

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Me and You and Everyone We Know

Si hay algo para decir de esta película es que es diferente, arriesgada, provocadora, independiente. Si hay algo más para decir, es que es una película de autor, o mejor dicho, de autora. Miranda July es la guionista, directora y protagonista de éste, su primer largometraje. Para quienes no sepan nada de ella, Miranda July es una artista multidisciplinaría norteamericana nacida el 15 de febrero de 1974. Es escritora, guionista, dramaturga, directora, actriz, fotógrafa y música. Tiene una extensa trayectoria como puestísta de performances e instalaciones en Norteamérica y en algunas de las ciudades más importantes del mundo. También ha sido la directora de uno de los primeros cortometrajes seleccionados por Youtube para lanzar su nuevo producto: Una sala para que los cineastas independientes den a conocer sus obras, con la posibilidad de obtener regalías de la publicidad del propio sitio y agregar un link para vender copias en DVD. Su primer paso en los largometrajes ha sido con el pie derecho, ya que Me And You And Everyone Whe Know ha sembrado premios en algunos de los festivales más importantes de la industria, como en el Festival de Cannes en 2005, llevándose entre otros galardones La Cámara de Oro, y en Sundance se llevó el Premio Especial del Jurado. Además, dicho festival, le dio a July en el año 2003, la posibilidad de terminar de escribir el guión en el marco del taller de escritura y dirección. Me And You And Everyone Whe Know, es una película excelente. Plagada de personajes interesantes, con pequeñas historias y detalles. Es una típica película de mujer: Sensible, con una visión distinta, con la intención de ser diferente y con la seguridad de serlo. July, pone ante nuestros ojos personajes con inconvenientes para relacionarse, como un émulo de la sociedad en la que vivimos. La trama avanza a fuerza de microrelatos. Pequeñas historias que se abren y se cierran en pocas escenas sin perder la unidad narrativa. Sin dejar de ser un todo. La película avanza y nos va llevando por las rarezas de estos personajes tan fuera de lo común, tan desorientados, tan necesitados de cariño, tan solitarios, que llega un momento en que queremos abrazarlos a todos. Es una película coral, es como una pequeña comunidad de personas solas, que no encuentran del todo su lugar en el mundo. July interpreta el papel de Christine, una video-artista tímida y excéntrica, que se gana la vida conduciendo un auto para ancianos. Los lleva y los trae según sus necesidades. En sus momentos libres, en su apartamento, filma sus videos conceptuales con la esperanza que algún día sean exhibidos. Por otro lado, está John Hawkes, interpretando a Richard. Un padre de dos hijos que acaba de separarse e intenta rehacer su vida. Trabaja como vendedor de zapatos en una gran tienda. Es ahí donde conoce a Christine. Christine, se enamora casi instantáneamente de Richard e intenta por todos los medios llegar a él. Esta es la línea principal de la película, pero el relato se va abriendo, va dejando por momentos a estos dos personajes para darle lugar a otros, abre el juego y cuenta también las peripecias de los personajes que los rodean. Dos niñas de 15 años que están con las hormonas a punto de explotar. El compañero y ahora vecino de John y sus intentos de seducción rozando lo ilegal. Los hijos de John y su relación con la tecnología, con su padre y su madre. La directora del centro de arte donde Christiane quiere exponer sus videos. Una vecinita de unos 10 años con una tremenda lucidez, la vida programada y fantasías de crecer. Todo esto, narrado de una forma tan sorprendente e inteligente que es un placer dejarse llevar por July y sus historias. Con ideas frescas y renovadoras. Con humor un tanto absurdo. Con escenas tiernas y otras un tanto desoladoras, como la del pececito naranja sobre el techo del auto o la escena en la que el personaje de July y el de Hawkes, caminan por una calle haciendo una analogía sobre la vida en pareja. Lo sorprendente del trabajo de July, no solo es el tremendo guión o la acertadísima dirección, si no su actuación. La timidez, la extrañeza, la incertidumbre, la inseguridad, todo, todo eso pasa por su cara, su cuerpo y su voz a la hora de interpretar a su personaje. Una mujer enamoradiza, sensible, necesitada de afecto y contención, un poco extravagante. El personaje de Hawkes, en cambio, es un tipo un poco más centrado, pero no mucho. Tiene dos hijos en su haber y la decepción de un matrimonio que no prosperó. Es un tipo necesitado de acontecimientos impresionantes, de que pasen cosas inesperadas, sorprendentes. Y se ve atrapado en un pequeño apartamento, intentando ganarse el amor de sus hijos y que estos dejen de verlo como a un ser extraño. July se corre del lugar habitual del que podría tomar cualquier narrador.

Ella elige contar las pequeñas cosas, elige lo que está un poquito más al costado. Se sale del centro para acercarse a los acontecimientos aledaños. Y todo eso junto da un resultado una película como esta. Las pequeñas cosas se convierten en increíbles bajo la cámara de Miranda July. Su capacidad como guionista no está posiblemente en una estructura narrativa sólida, como podemos ver en otras películas norteamericanas, su fortaleza radica en la inteligencia a la hora de elegir que contar, que seleccionar de la “vida” de estos personajes. Pero cuidado. No es una película convencional. Creo que como toda obra de arte que intente diferenciarse genuinamente del resto, generará reacciones muy opuestas y no habrá medias tintas en esto. Estarán los que la odien y los que la amen con locura, como yo.


6 comentarios:

Xavicinoscar said...

El momento del coche y del pez es increible. Me reí mucho... gran título.
Saludos!

VitoneMen said...

No he tenido la oportunidad de verla.

Ya tengo mi crítica de Crossing Over, ojala poder ver tu opinión.

Saludos!

Ivonne martinez said...

A la película la ví hace unos años y si bien en su momento me maravilló, creo que no se le puede dejar pasar algunas cosas. Es verdad que hay momentos de genialidad-y éso se lo debemos a Miranda July-,pero la pelicula cae en muchos clisés del cine 'indie' y a veces la frescura se desmorona cuando el guión manipula situaciones y vuelve a la película por momentos un tanto pedante y pseudo-intelectualoide.
Aún así, ella es todo una revelación y es su ópera prima,no se puede ser tan duro.Espero con ganas su nueva película!

Mariano Masci said...

Ya está la crítica de "Drag me to hell" en mi blog. Te invito a verla saludos!
http://marianotodooscars.blogspot.com

Dialoguista said...

Parece interesantisima, me la vendiste!!
Saludos!!

mge said...

Sin dudas una de las mejores películas que pasó por el Festival Internacional de Cine Independiente de Buenos Aires.

Gracias a dicho festival pude verla, y me gustó tanto que me la compré en DVD ni bien salió.

Hiper recomendable.