Coixet, fríamente recibida por la crítica
Con el lastre de ser la última película en competición, "Mapa de los sonidos de Tokio", de la directora catalana Isabel Coixet, recibió hoy una gélida acogida en Cannes, donde tampoco "Visage", la película rodada en París por el taiwanés Tsai Ming-liang, convenció ni a público ni a crítica. En "Mapa de los sonidos de Tokio", los amantes protagonistas reconocen, llegado un punto de la película, que tienen la sensación de que se conocieron demasiado tarde, y algo así le sucedió a la directora con la prensa especializada de Cannes, que dedicó pocos elogios a su nuevo título. "Mapa de los sonidos de Tokio", protagonizada por Sergi Lopez y Rinko Kikuchi, es la traslación cinematográfica de la fascinación de la directora de "Cosas que nunca te dije" (1995) por el mundo nipón, donde, no como en Cannes, reconoció sentirse "como en casa". "Junto con Catalunya es el único lugar del mundo donde en la cena se habla de la próxima cena", bromeó la directora -la única en competición que acude por primera vez al festival- en referencia a la importancia de la gastronomía en ambos sitios. "Me gusta su literatura, la antigua y la contemporánea, me gusta su comida, me gusta su gente..." enumeró Coixet en la rueda de prensa. Su nueva película se centra en una complicada historia de amor entre una sicaria japonesa y un hombre catalán, dueño de una tienda de vinos y próximo objetivo profesional de la protagonista. Todo ello, rodeado del preciosismo habitual en Coixet. La directora de "Mi vida sin mí" (2002) habló también de la paradoja de ser una directora de cine obsesionada con los sonidos. "He decidido no usar tanto las palabras esta vez, porque mi primer recuerdo de Tokio es el sonido de un animal", aseguró. "Para esta película decidí de manera muy deliberada centrarme en el sonido, utilizando ruidos de, por ejemplo, serpientes. Y tengo que reconocer que estoy muy orgullosa de la banda sonora de la película", comentó. En cambio, un periodista polaco decía a Efe: "Es una película que me ha gustado escuchar, pero preferiría no haberla visto". Una crítica australiana, por su parte, confesó: "No entiendo por qué a la gente no le ha gustado, porque creo que es una buena película". Los actores mostraron su satisfacción con la cinta y con el rodaje. "Pese a que Rinko no hablaba catalán y yo no hablo japonés, me reconcilié con la idea de actuar, porque este rodaje me demostró que las cosas pueden ser, aún en este caso, muy fáciles si hay química", confesó Sergi López. "Mi visión de Tokio, además, cambió mucho con la película. De hecho, ahora ambas cosas son muy difíciles de separar en mi mente", prosiguió López. Como contrapunto a la visión de Japón por parte de una catalana, los organizadores programaron para la última jornada del concurso "Visage", un homenaje al cine francés realizado por un taiwanés, el realizador de "El sabor de la sandía" (2005) Tsai Ming-liang. Con un reparto plagado de celebridades francesas -Fanny Ardant, Jean-Pierre Léaud, Nathalie Baye, Jeanne Moreau y Laetitia Casta-, Ming-liang tampoco encontró a un público lo suficientemente paciente como para comulgar con un cine inconexo y de contenido escaso, pero con un poderoso sentido de la poética. De hecho "Visage" regaló "in extremis" algunas de las secuencias más hermosas vistas en Cannes este año. Un lástima que formaran parte de un conjunto que no llevaba a ninguna parte en dos horas y veinte minutos de metraje. Ming-liang juega con el rodaje de una película con un escenario tan peculiar como el museo del Louvre, y crea un paralelismo cinéfilo entre Kang-sheng Lee -protagonista de muchas de sus películas- y Jean Pierre Léaud -protagonista hace cincuenta años de "Los cuatrocientos golpes". Ambos han visto retratado su crecimiento personal e interpretativo a través del cine. Léaud a través de Truffaut y Lee a través de Ming-liang. Y ahora, los dos comparten escenas en "Visage" Con estas dos películas, el concurso de la 62 edición del festival de cine de Cannes queda visto para sentencia y, mañana por la tarde, el jurado presidido por Isabelle Huppert desvelará su veredicto en la ceremonia de clausura del certamen.
Paraguayo Joaquín Baldwin gana con “Sebastian’s Voodoo”
La sección especializada en cortometrajes dentro del festival, cerró esta nueva edición con el triunfo de Sebastian’s Voodoo, un trabajo animado del paraguayo Joaquín Baldwin, que consiguió 3,500 votos. Esta fue la segunda vez consecutiva que este realizador competía en Cannes, luego de que presentara Papiroflexia. El director, de 26 años, declaró sobre su triunfo desde la ciudad de Los Angeles, donde actualmente reside y estudia: “Me siento muy bien…El año pasado pensé que tenía más oportunidad, porque Papiroflexia es mucho más fácil de entender para este tipo de competencia…No sabría cómo catalogarlo, pero está entre los tres mejores premios que he recibido…Llegaron votos de Barrio Obrero, Ciudad del Este, de todas partes del Paraguay. Muchas gracias a todos”. El artista hace alusión al gran apoyo que recibió por parte de sus compatriotas, fue de su país de donde llegaron la mayor cantidad de votos. Mientras comienzan a conocerse los ganadores de este último Cannes, podemos ver a continuación el film ganador, de cuatro minutos de duración. Es la historia de un muñeco vudú y si tenaz lucha por revertir el triste destino de su especie:
3 comentarios:
Estoy seguro que va a ser una gran película, cosa que es igual a lo de Antichrist.
Ya tengo mi crítica de KNOWING de alex proyas, espero ver tu opinión en mi blog.
Saudos!
Sigo sin perder la esperanza... Una película con historia propia de Coixet tiene que ser como mínimo notable.
Saludos ;)
¡Me encantó Sebastian’s Voodoo! Tiene una historia y tratamiento fascinante.
Un abrazo, José.
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