Michelle Williams.y su perra.

Michelle Williams puede triunfar de la mano del cine minimalista de Kelly Reichardt

Wendy and Lucy es una película con identidad, y con mucho que decir; aunque pase desapercibida por allá donde se proyecte...Al comienzo de la cinta, y con sólo su epílogo, el espectador es invitado a vivir una experiencia minimalista pero de intensos resultados: sí, mínimo tratamiento del guión, de los personajes, de la dirección e incluso de la banda sonora (la cual es nula, a pesar de tener cantantes en el reparto). De hecho, la nota de prensa se presenta de la manera más sencilla: a través de un correo electrónico que el padre del productor emite tras ser conmovido por la intensidad del relato que acaba de leer. Éste no puede evitar mostrar su entusiasmo por reconocer el significado real de las metáforas con la que Wendy y Lucy juegan para exponer la cara más dura de una sociedad autómata, acomodada e inundada de un neo-conservatismo en ocasiones inhumano.Desinterés, ignorancia, comodidad, egoísmo y otros adjetivos se pueden adjuntar al reflejo que Richardts nos ofrece sobre esta sociedad. Pero existe un refugio en Lucy: su perra, la cual acompaña a Wendy en su viaje hacia Alaska, y la cual sirve de razón para seguir luchando en ese lugar entendido como nación.

Increíble y conmovedor final, geniales metáforas y una estupenda interpretación de parte de Michelle Williams. Y con ella, un aplauso y ovación a todo el equipo involucrado en esta joya que pasará, sin duda, desapercibida por nuestras salas.