El brillante guionista y productor mexicano Guillermo Arriaga conquistó este viernes el festival de Venecia con su primera película como director, Theburningplain, un drama familiar protagonizado por la magnífica Charlize Theron. Arriaga, conocido por haber escrito los eficaces guiones de Amores perros, 21 gramos y Babel del mexicano Alejandro González Iñárritu, es el único latinoamericano seleccionado para la sección oficial del festival. El filme, que compite por el León de Oro bajo la bandera de Estados Unidos, productor de la cinta, mantiene su original estilo de entrelazar historias que se desarrollan en lugares y tiempos diferentes y que terminan por converger en una única, tal como las narraciones orales. "En la vida real las historias se cuentan descompuestas, no son lineales. Puedo hablar del abuelo y luego de mi hijo, mezclar pasado y presente. El cine es un lenguaje moderno y entre sus herramientas existe la descomposición del tiempo", explicó Arriaga en el curso de una conferencia de prensa.
Aplaudida tras la proyección a la prensa especializada, la cinta combina homicidios inconfesables, amores trágicos, hijos abandonados, maternidad negada y hasta el parricidio, con las llanuras inmensas y llenas de sol de la Baja California y las jornadas lluviosas y frías de la estadunidense Portland. La turbulenta infancia de Mariana (la novel actriz Jennifer Lawrence) marca la vida de todos los personajes, interpretados por la magnífica sudafricana Charlize Theron, coproductora del filme, y la ex ícono sexy estadunidense, Kim Basinger, en el papel de una madre de familia aburrida que se enamora del mexicano Nick (Joaquín de Almeida).
Arriaga narra a su manera cuatro historias de amor extremo, basadas en los que definió los "cuatro elementos: agua, tierra, fuego y aire" y que ilustran sentimientos como el remordimiento, la culpa y la tristeza generados por un acto desmesurado, como el asesinato de la madre. La dirección de Arriaga fue apoyada por un equipo de veteranos actores como las oscarizadas Theron y Basinger, los cuales le garantizan un alto nivel a la película junto al director de fotografía, otro premiado con el Oscar, Robert Elswit (El petrolero). "Es el momento más feliz de mi vida laboral y lo debo a un equipo de actores buenos e importantes, que me protegieron y me ayudaron", confesó Arriaga
"Arriaga no es el típico guionista que escribe encerrado en su casa y que de repente descubre que quiere ser director. Ha participado activamente siempre en la realización de los filmes que ha escrito", comentó el productor ejecutivo del filme, Marc Buton. Su estreno como director tras las desavenencias con González Iñárritu, con el que mantuvo por años una estrecha amistad, constituye un desafío para los dos cineastas, que lograron fama mundial en el 2000 con Amores Perros, confirmándola sucesivamente hasta alcanzar la nominación al Oscar en el 2006 con Babel.
"Ante todo Alejandro es un director maravilloso", fueron las únicas declaraciones que hizo Arriaga en Venecia sobre la ruptura, surgida hace un par de años por la manera en que se llevó a la pantalla Babel y el gradual "aislamiento" del que fue víctima durante la filmación, según explicó entonces a medios mexicanos. Pese al éxito veneciano, muchos críticos se preguntan si la receta de narrar historias no lineales en el cine será siempre eficaz. "No la inventé yo, sino la vida. La gente cuenta así, saltando del pasado al presente, adelante y atrás, de manera no cronológica.
Los jóvenes hablan del cine de Tarantino y los viejos del de Altman. William Faulkner escribía ya así", comentó a un grupo de periodistas. Otro tema recurrente del cineasta-escritor, presente en todas sus obras, es la muerte. "Estoy obsesionado por la muerte y por la manera en que la pérdida de alguien influencia la propia identidad. Es que esta sociedad hace de todo para evitar la muerte", explicó Arriaga. "La tarea de un escritor o de un cineasta no es ocultar la muerte, sino intentar darle vida", dijo, con lo que explica las razones del final feliz del filme.
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